En un movimiento inesperado que combina elementos de nostalgia y estrategia comercial, el estudio de animación ruso Soyuzmultfilm ha solicitado registrar la marca ‘Chebubu’, una fusión entre el icónico personaje soviético Cheburashka y los populares juguetes chinos ‘Labubu’. Esta decisión fue anunciada por Yuliana Slasheva, directiva de la empresa, quien explicó que el objetivo es proteger a Cheburashka en medio de un mercado creciente de falsificaciones.
La solicitud de marca fue presentada ante la agencia de propiedad intelectual rusa, Rospatent, el pasado viernes. Según Slasheva, registrar ‘Chebubu’ es fundamental para evitar que otras compañías lancen productos similares que podrían confundir a los consumidores. La medida busca reforzar la posición del estudio en el mercado global de juguetes, en un momento en que las tendencias internacionales están marcando el camino a seguir.
Reacciones mixtas en el ámbito político ruso
No obstante, la iniciativa de Soyuzmultfilm no ha sido bien recibida por todos. En la Duma Estatal rusa, la presidenta del Comité de Familia e Infancia, Tatiana Bútskaya, ha criticado la idea, calificándola de inapropiada y poco original. “Es completamente inapropiado que nos adaptemos a las tendencias globales de esta manera”, afirmó Bútskaya, quien considera que Rusia debería centrarse en desarrollar sus propios conceptos innovadores en lugar de imitar a otros.
Este debate subraya una tensión constante entre preservar la identidad cultural y adaptarse a las dinámicas del mercado global. Cheburashka, creado por Eduard Uspenski en la segunda mitad del siglo XX, es un personaje profundamente arraigado en la cultura rusa, habiendo protagonizado varios cortometrajes de animación que encantaron a generaciones de niños. La propuesta de mezclarlo con Labubu, un éxito reciente que comenzó como un peluche llavero producido por la empresa china Pop Mart, ha generado sentimientos encontrados.
Cheburashka: símbolo cultural en transformación
La popularidad de Labubu se disparó a nivel mundial en 2024, convirtiéndose en un objeto de colección y tendencia en redes sociales. Esta fusión entre el pasado soviético y el presente global representa un intento por revitalizar a Cheburashka, presentándolo a nuevas audiencias sin sacrificar su esencia original. Sin embargo, la pregunta sigue siendo si esta estrategia logrará resonar tanto en el mercado local como en el internacional.
El futuro de ‘Chebubu’ dependerá de cómo logre equilibrar estos distintos intereses y expectativas. Con la presentación de una nueva colección de juguetes llavero inspirados en los personajes clásicos de Soyuzmultfilm, el estudio busca afirmar su relevancia en la industria del entretenimiento y proteger su legado cultural. La historia de Cheburashka, que comenzó en las páginas de un libro infantil, continúa evolucionando en un mundo donde las fronteras entre lo local y lo global son cada vez más difusas.
