El programa nocturno Jimmy Kimmel Live! ha sido suspendido de manera indefinida en Estados Unidos a raíz de la controversia generada por los comentarios de su presentador sobre el asesinato del activista conservador Charlie Kirk. Esta decisión ha provocado reacciones de apoyo entre otros comunicadores, quienes advierten sobre una posible violación a la libertad de prensa. Por otro lado, algunos argumentan que se trata de un castigo ejemplar para el comediante por haber “cruzado la línea” respecto a la muerte del líder republicano.
El grupo Sinclair, propietario de las principales estaciones afiliadas a ABC en el país, fue uno de los primeros en intervenir. El 17 de septiembre, la empresa anunció que no emitiría más el programa y planteó una serie de exigencias para que Kimmel pudiera volver al aire. “Las declaraciones del señor Kimmel fueron inapropiadas y profundamente insensibles en un momento crítico para nuestro país”, declaró Jason Smith, vicepresidente de Sinclair, en un comunicado.
Las condiciones impuestas por la empresa incluyen que ABC inicie un diálogo formal sobre su “compromiso con el profesionalismo y la responsabilidad”, que Kimmel ofrezca una “disculpa directa” a la familia de Charlie Kirk y que realice una “donación personal significativa” tanto a los deudos como a Turning Point USA, la organización fundada por Kirk. Además, Sinclair anunció que en lugar de emitir el programa, presentaría un “especial” en homenaje al activista en 30 mercados locales, incluyendo Seattle, Washington D.C., St. Louis, Tulsa y Portland.
La controversia comenzó el 15 de septiembre, cuando Kimmel abordó en su monólogo el asesinato de Kirk, ocurrido durante una conferencia en Utah Valley University. El presunto autor del crimen, Tyler Robinson, ha sido imputado por homicidio agravado. Durante su intervención, el presentador criticó a los sectores conservadores que intentaban desvincular al acusado de su ideología política, afirmando que “la pandilla MAGA trató desesperadamente de tildar a este muchacho que asesinó a Charlie Kirk de cualquier cosa menos de ser uno de ellos”. A pesar de que Kimmel había expresado previamente sus condolencias en redes sociales, su comentario sarcástico no fue bien recibido y derivó en una crisis para la cadena.
Un informe de The Hollywood Reporter detalla que la presión sobre la decisión de suspender el programa aumentó tras las críticas del presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr, hacia Disney, donde pidió un mayor control sobre el contenido de las cadenas nacionales. Carr amenazó con revocar las licencias de transmisión de las estaciones afiliadas a ABC, lo que llevó a varios propietarios de esas estaciones a expresar su descontento con los comentarios de Kimmel.
En las horas siguientes, se llevaron a cabo conversaciones internas en Disney para evaluar la respuesta del presentador ante la controversia. Se buscaba un mensaje que ayudara a “bajar la temperatura”, pero los planes de Kimmel generaban dudas entre los ejecutivos. El 17 de septiembre, la situación llegó a un punto crítico, ya que alrededor de 66 de las aproximadamente 200 estaciones afiliadas confirmaron que no transmitirían el programa esa noche. Ante este panorama, el CEO de Disney, Bob Iger, y la presidenta de televisión, Dana Walden, decidieron suspender Jimmy Kimmel Live! de manera indefinida.
Walden fue quien comunicó la noticia al presentador, poco antes de que la audiencia ingresara al estudio. Fuentes cercanas al programa indicaron que Kimmel no tenía intención de ofrecer una disculpa pública, defendiendo lo que había dicho y argumentando que fue groseramente tergiversado por ciertos grupos. Para él, ceder ante estas exigencias equivaldría a someterse a la presión política. A pesar de su postura, esta firmeza ha complicado las negociaciones con Disney y los grupos de medios. Hasta ahora, Kimmel no ha emitido declaraciones respecto a la suspensión de su programa.