El secretario general del PP, Miguel Tellado, ha manifestado su descontento por la reciente decisión del Gobierno y del PSOE al culpar al Partido Popular por la falta de aprobación de la reforma laboral. La crítica surge luego de que, según Tellado, el mismo Pedro Sánchez, jefe del Ejecutivo, “prefirió ir al cine” en lugar de participar en la crucial votación en el Congreso.
La votación y sus implicaciones
La noche anterior, el Congreso rechazó la propuesta de reducir la jornada laboral a 37,5 horas, gracias al veto del PP, Vox y Junts. Este proyecto, impulsado por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quedó fuera del trámite parlamentario. La ausencia de Sánchez en la votación ha sido un punto de crítica central, dado que optó por asistir al estreno de la película ‘El Cautivo’, dirigida por Alejandro Amenábar, junto a su esposa, Begoña Gómez.
En un mensaje en la red social X, Tellado enfatizó que este miércoles, Sánchez “redujo su jornada laboral para no votar la reducción de jornada laboral”. Aseguró que es cínico culpar al PP cuando el presidente del Gobierno no se presentó en el Congreso, afirmando que “decir que son unos cínicos se queda muy corto”.
La postura del PP frente a la reforma laboral
Por su parte, la vicesecretaria de Regeneración Institucional del PP, Cuca Gamarra, defendió que su partido votó en favor de la reducción de jornada laboral junto a los autónomos y las pequeñas y medianas empresas. Gamarra argumentó que estas últimas son fundamentales para el empleo en España y necesitan un marco laboral que les permita ser productivas.
Explicó que la propuesta de la ley de Yolanda Díaz, tal como estaba planteada, ponía en peligro el futuro de cientos de miles de autónomos y empresas, que conforman más del 99% del tejido económico en España. “La imposición de esta reducción de jornada, sin gradualidad y fuera del marco de la negociación colectiva, los hace polvo y los lleva a la destrucción de empleo”, agregó Gamarra.
La derrota en el Congreso, según Gamarra, refleja la incapacidad del Gobierno para gobernar, advirtiendo que “normalizar que el Gobierno pierda votaciones es una anormalidad democrática”. Comparó la situación actual en España con la reciente crisis política en Francia, donde el primer ministro se vio obligado a dimitir tras perder el respaldo parlamentario.
Gamarra concluyó que lo que no es normal es que se pierdan votaciones constantemente y que esto sea tratado como un juego de fútbol, instando a que el Partido Popular busque gobernar en solitario y con una mayoría suficiente para estabilizar al país.































































