El aclamado actor británico Tom Hardy ha abierto el corazón sobre el desgaste físico que ha sufrido a lo largo de su carrera en el cine de acción, admitiendo que su cuerpo está sufriendo las consecuencias de años de arduo trabajo. A sus 47 años, Hardy menciona que las exigencias de sus papeles, que siempre han requerido un compromiso físico extremo, han dejado huellas irreversibles en su salud.
Un compromiso que pasa factura
Desde su interpretación de Bane en “The Dark Knight Rises” hasta su papel como Max Rockatansky en “Mad Max: Fury Road”, Hardy se ha destacado por su entrega y disciplina. En una reciente entrevista con Esquire, reflexionó sobre las intensas demandas de su profesión, describiendo escenas de acción que incluyen “hacer malabares con motosierras” y “subirse a un monociclo”. Sin embargo, el actor reconoce que el costo de esta dedicación se ha vuelto evidente: “Es como si todo mi cuerpo se estuviera cayendo a pedazos ahora, y no va a mejorar”, confesando la dura realidad que enfrenta.
Las cicatrices del esfuerzo
El deterioro físico de Hardy no es un simple malestar; se encuentra respaldado por un historial médico notorio. Ha pasado por dos operaciones de rodilla y vive con una hernia discal en la espalda, además de padecer ciática, fascitis plantar y problemas en el tendón de la cadera. Este cúmulo de lesiones refleja un patrón común en muchos actores de acción, que a menudo se ven obligados a lidiar con secuelas de largas jornadas de rodaje y acrobacias exigentes.
A pesar de este desgaste, Hardy continúa trabajando y no muestra signos de querer disminuir su ritmo profesional. Actualmente protagoniza la serie “MobLand” junto a Pierce Brosnan y Helen Mirren, y su más reciente película, “Havoc”, se estrenó en Netflix el 15 de abril de 2023, recibiendo buenas críticas.
Con una mezcla de humor negro y realismo, Hardy expresa que, a pesar de las dificultades físicas, su pasión por actuar sigue intacta. Este rasgo de determinación se manifiesta en su decisión de aceptar roles que requieren un alto nivel de compromiso físico, incluso cuando siente el peso de los años.
Reflexiones sobre el futuro
Uno de sus papeles más emblemáticos ha sido Eddie Brock en la franquicia de “Venom”. En conversaciones sobre el final de esta saga, Hardy y la directora Kelly Marcel han afirmado que siempre tuvieron claro que terminaría en una trilogía. “Sabíamos que terminaría así desde el principio”, compartió Marcel, permitiendo que Hardy enfrente el cierre con serenidad.
A pesar de despedirse de este personaje, Hardy no oculta su interés en un posible crossover con Spider-Man, aunque es consciente de que esto está más allá de su control. Su entusiasmo por la cultura de superhéroes resalta su pasión por el medio, aun cuando acepta los límites de su papel como actor.
El balance del momento actual de Hardy es el de un profesional consciente de que el tiempo y el esfuerzo físico dejan marcas. Sin embargo, su presencia en la primera línea del cine y la televisión demuestra que sigue siendo un ícono del entretenimiento, dándole voz a los retos menos visibles que enfrentan los héroes de acción en la pantalla grande.