La cuenta regresiva para la gran final de “Supervivientes All Stars 2” ha comenzado. Este jueves, Jorge Javier Vázquez anunció que solo queda una semana para conocer al ganador de la segunda edición de este reality. Durante la gala de “Conexión Honduras” el próximo domingo, los concursantes se trasladarán a Cayo Paloma y, el martes siguiente, se llevará a cabo la semifinal, lo que resultará en una expulsión crucial. El jueves 30 de octubre, se revelará quién se lleva el premio de 50.000 euros.
Antes de que se conociera el nombre del expulsado, Rubén Torres se enfrentó a la “mesa de las tentaciones”, una experiencia que no pudo vivir en la última gala de “Tierra de nadie”. A pesar de sus dudas iniciales, el bombero decidió raparse al cero, incluso las cejas, lo que causó el descontento de su novia, Laura Cantizano. A cambio de su nueva apariencia, recibió dos platos de migas y unas gominolas, su debilidad.
Con un nuevo look y el estómago lleno, Torres se preparó para un reñido duelo contra Carlos Alba, quien también estaba en la cuerda floja. “No me quiero ir. Pero si me voy, lo haré orgulloso porque me enfrento a un gran superviviente”, comentó Torres, muy nervioso antes de escuchar el veredicto de la audiencia.
Por su parte, Carlos también hizo un último intento por ser salvado, expresando que había buscado aprender de cada uno de sus compañeros. “Me siento muy realizado en este reality”, afirmó, mientras se preparaba para lo que pudiera ser su salida.
Finalmente, Jorge Javier reveló que Torres había sido el concursante salvado y su reacción fue de euforia contenida. “Me duele celebrarlo porque también quería que se salvara Carlos, es un gran superviviente”, expresó. Carlos, resignado, aceptó su expulsión con deportividad y antes de dejar la palapa, dio su “beso de la traición” a Tony, añadiendo un punto extra en las nominaciones.































































