Un tiroteo en North Codorus Township, Pensilvania, dejó un saldo trágico de tres policías muertos y dos más heridos el miércoles 17 de septiembre. Este ataque ocurrió mientras los agentes cumplían una diligencia relacionada con una investigación de violencia doméstica, según confirmó la Policía Estatal de Pensilvania y reportaron medios como The Associated Press.
Los hechos y la respuesta gubernamental
Los disparos estallaron alrededor de las 14:00 horas, a unos 185 kilómetros al oeste de Filadelfia y cerca de la frontera con Maryland. El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, describió el día como “absolutamente trágico y devastador”, lamentando la pérdida de vida de “tres almas valiosas que sirvieron a este condado, a la Mancomunidad y a este país”. Según el gobernador, las familias de los policías caídos expresaron orgullo por el servicio de sus seres queridos.
Shapiro enfatizó la necesidad de mejorar como sociedad, señalando que es imperativo ayudar a quienes creen que tomar un arma es la solución a un conflicto. “Debemos estar atentos a quienes más lo necesitan para evitar tragedias como esta”, agregó durante su declaración.
Detalles del ataque y reacciones
El tirador fue abatido en el lugar, aunque aún no se ha revelado su identidad. Los oficiales heridos fueron trasladados al Hospital WellSpan York en estado crítico pero estable, donde recibieron atención de urgencia. El jefe del Departamento de Cirugía, Daniel E. Carney, confirmó que fueron llevados directamente al quirófano.
La fiscal general de los Estados Unidos, Pamela Bondi, calificó la violencia contra los policías como “una lacra para la sociedad”. A través de su cuenta en la red social X, Bondi comunicó que el FBI y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos estaban colaborando en la investigación.
La comunidad de York County, conocida por su paisaje agrícola, se encuentra en duelo. Muchos ciudadanos dejaron flores en la sede de la Policía Regional del Norte de York como muestra de condolencias. “Por segunda vez en menos de un año, el condado de York es una comunidad de luto”, reza un mensaje de la comisión de gobierno del condado.
La respuesta de emergencia movilizó cerca de 30 vehículos policiales, bloqueando caminos cercanos a graneros y plantaciones. Un vecino, Dirk Anderson, relató que escuchó disparos desde su taller y vio la llegada de un helicóptero y vehículos de la policía. Este suceso recuerda otro trágico incidente ocurrido en febrero, cuando un oficial local perdió la vida durante una toma de rehenes en un hospital regional.
La investigación está a cargo de la Policía Estatal de Pensilvania, en colaboración con la fiscalía local, y se están emitiendo órdenes judiciales relacionadas con este caso, según información de The New York Times. Las llamadas a la línea de emergencias 911 están siendo coordinadas para no entorpecer el flujo informativo en el departamento afectado.
Poco después del ataque, el gobernador Shapiro visitó la zona y reconoció el impacto del suceso en las filas policiales y en la comunidad en general. Estaba participando en un evento sobre reducción de homicidios con armas de fuego cuando recibió la noticia del trágico tiroteo.
