En un contexto de crecientes tensiones internacionales, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha dado inicio a una Gran Jornada de Alistamiento. Esta convocatoria, dirigida a la ciudadanía, se realiza en respuesta a las presiones ejercidas por Estados Unidos. El anuncio se realizó el pasado sábado a través de su canal de Telegram, donde Maduro instó al pueblo a enlistarse para “defender la soberanía y la paz nacional”.
Detalles de la convocatoria
La Gran Jornada de Alistamiento se llevará a cabo en las Plazas Bolívar y en unidades militares cercanas a cada comunidad los días 23 y 24 de agosto. En su mensaje, Maduro se dirigió a los venezolanos como comandante en jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), enfatizando la importancia de la participación ciudadana en la defensa de la nación. “Vamos a enlistarnos para estar en la primera fila de la defensa”, declaró el mandatario.
En el video que acompañó su mensaje, Maduro aseguró que “nunca más la bota de imperio alguno mancillará este suelo”, reafirmando su postura frente a las injerencias extranjeras. “No hay aire, mar o tierra a donde no llega la Milicia Nacional Bolivariana”, agregó, subrayando la capacidad de su ejército para proteger al país.
Implicaciones de la jornada
La convocatoria a esta jornada militar refleja la creciente militarización del discurso político en Venezuela, en un momento en que la tensión con Estados Unidos y otros actores internacionales se intensifica. Resulta curioso observar cómo, en medio de una crisis económica y social que afecta a millones de venezolanos, el gobierno opta por movilizar a la población bajo el lema de defensa nacional.
Con este llamado, el gobierno de Maduro busca no solo fortalecer la imagen de unidad nacional, sino también desviar la atención de los problemas internos. La realidad es que, en un clima de incertidumbre, muchas familias se encuentran preocupadas por el futuro y las implicaciones de un aumento en la militarización.
Se espera que esta jornada atraiga una respuesta significativa de los ciudadanos, aunque la situación actual del país plantea interrogantes sobre la efectividad y el impacto real de tales movilizaciones. La esperanza es que, a pesar de las adversidades, los venezolanos puedan encontrar un camino hacia la paz y la estabilidad.
