El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha hecho una declaración explosiva al vincular a la ONG española Open Arms con la violación de una menor en Madrid, lo que ha desatado un intenso debate en el panorama político español. En un mensaje publicado en la red social ‘X’, Abascal afirmó que la situación es resultado de una serie de políticas que, a su juicio, facilitan la “invasión” de migrantes en Europa.
La denuncia y la reacción de Abascal
La supuesta violación de una niña de 14 años por un menor extranjero no acompañado de 17 años en el barrio de Hortaleza ha provocado una ola de reacciones. Abascal no escatimó palabras al asegurar que esta tragedia es consecuencia de “la invasión que patrocinan el PP y el PSOE desde hace décadas”. En sus declaraciones, hizo hincapié en que la situación es un reflejo de una política que, a su juicio, pone en riesgo la seguridad de los españoles.
El líder de Vox expresó su indignación al señalar que “son los pasajeros del Open Arms” quienes representan un peligro. Aseguró que “una niña” ha sido víctima de “Sánchez, de Open Arms, del bipartidismo”, lo que refleja su postura crítica hacia el gobierno actual y las políticas de inmigración.
Un llamado a la acción drástica
Abascal fue más allá al afirmar que es necesario “hundir” y “confiscar” el barco de la ONG, describiéndolo como un “barco de negreros”. Esta retórica incendiaria busca movilizar a sus seguidores en un contexto donde el tema de la inmigración se ha vuelto central en la política española. “Hay que cambiarlo todo para que nunca más nuestras niñas estén indefensas”, concluyó su mensaje, dejando claro que su partido está dispuesto a tomar medidas drásticas.
Las declaraciones de Abascal han suscitado críticas y apoyos en diferentes sectores de la sociedad. Mientras algunos apoyan su postura firme contra la inmigración, otros consideran que sus comentarios son incendiarios y desproporcionados. Este tipo de retórica política no es nueva en España, donde el tema de la inmigración ha polarizado a la opinión pública.
La realidad es que este caso ha reavivado el debate sobre la seguridad, la inmigración y las políticas de rescate en el Mediterráneo, temas que continúan dividiendo a la sociedad española en un clima político cada vez más tenso.