Alfonso Cuarón, el aclamado director y productor mexicano, se ha unido como productor ejecutivo a The Voice of Hind Rajab, una película que aborda el desgarrador caso de una niña palestina que perdió la vida en el conflicto de Gaza. La cinta, dirigida por la cineasta tunecina Kaouther Ben Hania, se estrenará globalmente el 3 de septiembre en el Festival de Cine de Venecia, que se celebra desde hace varios días.
La historia de The Voice of Hind Rajab se basa en hechos reales y narra las últimas horas de Hind, una menor de seis años, que murió atrapada en un automóvil atacado por fuerzas israelíes, junto a su familia. Durante horas, Hind mantuvo una angustiante comunicación telefónica con voluntarios de la Media Luna Roja, hasta que su voz se apagó y se perdió todo contacto. Este trágico relato se ha convertido en un símbolo de la vulnerabilidad infantil en medio del conflicto armado.
Unir fuerzas por una causa humanitaria
La participación de Cuarón en el proyecto se suma a un elenco de productores ejecutivos de renombre internacional, como Brad Pitt, quien aporta su experiencia a través de la productora Plan B, y el activista y actor Joaquín Phoenix. También respaldan la película la actriz Rooney Mara y el cineasta Jonathan Glazer. Esta colaboración brinda una proyección sin precedentes y visibilidad global a una obra que busca ofrecer testimonio y memoria sobre el sufrimiento civil en Gaza.
El apoyo de Cuarón no solo garantiza un respaldo creativo, sino que también refuerza la función del cine como espacio de reflexión humanitaria. El cineasta ha enfatizado en múltiples ocasiones el potencial del séptimo arte para preservar la memoria colectiva y dar voz a quienes han sido invisibilizados. Su participación ha generado un interés notable en el Festival de Venecia, donde se espera que el filme sea uno de los más comentados por su crudeza y dimensión política.
Reflexiones en la Mostra de Venecia
Durante la 82a edición de la Mostra de Venecia, Cuarón compartió reflexiones sobre su labor cinematográfica y la importancia de no aceptar respuestas negativas en la búsqueda de una creación artística genuina. Acompañado por el cinefotógrafo británico Michael Seresin, recordó anécdotas de la filmación de películas emblemáticas y destacó el valor del trabajo colaborativo y la perseverancia.
La colaboración entre Seresin y Cuarón se inició cuando Emmanuel el Chivo Lubezki no pudo participar en la producción de Harry Potter y el prisionero de Azkaban. El estudio, Warner, cuestionó varias veces si estaba seguro de querer trabajar con él, dada su fama de ser “difícil” en el set. “Cuando lo conocí y nos sentamos a hablar, me pareció de lo más divertido y no paramos de reírnos. Me di cuenta de que Michael sabe muy bien qué y cómo quiere hacer las cosas”, comentó Cuarón en una charla dentro del festival.
Michael Seresin también colaboró en Gravity, cuando Lubezki tuvo que retirarse del set por razones personales, y filmó la escena final de la cinta. Igualmente, ayudó a rodar ciertas secciones de ROMA. “Cada persona le imprime a la película lo que trae. Sus energías y personalidades… (Michael) es un verdadero alquimista (de la imagen)”, elogió Cuarón.
