Una jornada marcada por la tensión se vivió en la Cámara de Representantes durante el segundo día de debate de la moción de censura contra el ministro de Defensa, Pedro Sánchez. La sesión se interrumpió abruptamente luego de una acalorada discusión entre los congresistas Juan Fernando Espinal, del Centro Democrático, y Jaime Raúl Salamanca, del Partido Alianza Verde, lo que elevó el nivel de confrontación política en el recinto.
Desde el inicio de la tarde, el ambiente ya mostraba señales de tensión, y tras aproximadamente 40 minutos de intervención del ministro, Salamanca pidió verificar el quórum, generando una inmediata molestia entre los opositores, quienes acusaron al congresista de intentar sabotear el debate. En ese momento, Espinal interpela a Salamanca desde su curul con un tono elevado, lo que desató una intensa confrontación.
Confrontación casi física
Los celulares de varios presentes grabaron el momento en que Salamanca se acercó a Espinal, sin retroceder ni un paso. Los gritos aumentaron y la representante Luz Pastrana, de Cambio Radical, intervino de forma airada, aumentando la tensión. Lo que comenzó como una discusión verbal estuvo a punto de convertirse en un enfrentamiento físico, todo después de que Salamanca reclamara a otros congresistas por usar sus celulares mientras el ministro hablaba, un acto que consideró una falta de respeto.
Independientemente de la causa, el estruendo de la pelea alteró el ambiente justo cuando los congresistas buscaban ejercer control sobre la gestión de Sánchez, quien enfrentaba cuestionamientos sobre su labor en defensa del país y la situación de seguridad.
Después del altercado, Espinal publicó un mensaje en su cuenta de X, donde subrayó que no acepta faltas de respeto dentro del Congreso. Aunque no mencionó directamente la pelea, sus palabras se interpretaron como una crítica hacia los partidos opositores. “El derecho a vivir sin miedo es una consigna de la Alianza Verde. ¿Cómo es posible que mientras el Ministro responde a una moción de censura, la ‘oposición inteligente’ no escucha?”, escribió en su post.
El futuro de Pedro Sánchez en juego
Durante el debate, Pedro Sánchez abordó hechos de violencia que han afectado a la fuerza pública en Colombia, mencionando ataques terroristas en Amalfi (Antioquia) y Cali. Cerró su intervención con un llamado a la unidad institucional y un minuto de silencio por los 13 policías asesinados el 21 de agosto.
Sánchez defendió su gestión, presentando un balance de avances en la lucha contra el crimen organizado, destacando que su equipo ha reconocido problemas y ha implementado acciones contra el homicidio, extorsión, contrabando y minería ilegal. Aunque mencionó que la tasa de homicidios ha disminuido en comparación con años anteriores, admitió un leve aumento en las cifras recientes.
El ministro también denunció que la desinformación y las redes sociales alimentan el terrorismo, y cuestionó la idea de que la legalización de la cocaína sea una solución a los problemas de seguridad. Criticó que el país aún tolere actividades ilegales, como el uso de maquinaria en operaciones ilícitas.
La discusión se reanudó pasadas las 17:10, aunque con un ambiente tenso. La mesa directiva programó la votación de la moción de censura para el miércoles 24 de septiembre, una fecha clave que definirá la continuidad de Pedro Sánchez en su cargo.