El gobierno de Estados Unidos ha renovado su acusación contra el dictador venezolano Nicolás Maduro, al calificarlo como líder de “una de las redes de tráfico de cocaína más grandes del mundo”. Esta afirmación se encuentra en la Determinación Presidencial sobre los principales países de tránsito o producción ilícita de drogas para el año fiscal 2026, donde Venezuela es catalogada como un país clave en el narcotráfico.
La posición de EEUU sobre el régimen venezolano
En un memorando divulgado por el Departamento de Estado, el presidente Donald Trump subraya que “en Venezuela, el régimen criminal del narcotraficante Nicolás Maduro lidera una de las redes de tráfico de cocaína más grandes del mundo”. Estados Unidos, además, busca llevar a Maduro y a otros miembros de su régimen ante la justicia por sus crímenes relacionados con el narcotráfico.
El documento también menciona la intención de “perseguir a las organizaciones terroristas extranjeras venezolanas, como el Tren de Aragua”, enfatizando el papel de este grupo criminal en delitos asociados al narcotráfico y la violencia transnacional. Venezuela figura en esta lista junto a otras 23 naciones, incluidas Afganistán, Colombia, Bolivia, México y Perú.
Implicaciones del narcotráfico en Venezuela
La inclusión de Venezuela en esta lista no solo refleja su situación actual, sino que también indica una política de vigilancia activa y cooperación internacional para desmantelar redes de narcotráfico. Según el informe, la administración estadounidense sostiene que el régimen chavista ha establecido vínculos institucionales con redes delictivas dedicadas al transporte y distribución de cocaína, involucrando a altos funcionarios y organismos de seguridad estatal.
Las investigaciones en curso en Washington sugieren que Venezuela actúa como un puente crucial entre los cultivos de Colombia y los mercados de consumo de América del Norte, Europa y Africa Occidental. Se han documentado expedientes que vinculan a militares y exfuncionarios del círculo de Maduro con el resguardo logístico y el financiamiento de cargamentos de droga.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos mantiene vigente la acusación penal por narcoterrorismo contra Maduro, quien es señalado de conspirar para “inundar de cocaína a Estados Unidos” y lavar activos provenientes de actividades ilícitas.
La estrategia de Washington incluye sanciones, restricciones migratorias y procesos penales, con el objetivo de impedir que el régimen venezolano continúe facilitando la expansión de redes criminales a nivel global. Esta lucha antidrogas se convierte en una prioridad para la administración estadounidense, especialmente en un contexto de emergencia nacional debido al aumento en las muertes por drogas sintéticas.
El informe presidencial será enviado formalmente al Congreso y publicado en el Federal Register, cumpliendo con la legislación estadounidense, lo que reafirma el compromiso de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.
