El Monte Etna, el volcán más activo y peligroso de Europa, ha entrado en una fase de erupción que ha capturado la atención de turistas y expertos por igual. A pesar de la impresionante actividad volcánica, los equipos de rescate de la Guardia di Finanza están en alerta, asegurando la seguridad de quienes visitan este majestuoso coloso, mientras los datos indican una disminución en la intensidad de la actividad eruptiva actual.
Vigilancia y Monitoreo
El comandante de la estación, Paolo Bernardini, mencionó que su equipo está desplegado principalmente para vigilar el flujo de turistas que acceden al volcán, siempre acompañados por guías autorizados. “Estamos aquí principalmente para monitorear la afluencia de turistas, que están todos acompañados por guías. Pero también nos aseguramos de que los propios guías respeten sus obligaciones, es decir, no acercarse demasiado al flujo de lava y mantener los grupos a un máximo de diez personas”, explicó Bernardini.
Los equipos de rescate, que incluyen perros especializados, patrullan las zonas de mayor actividad turística mientras el Etna continúa expulsando lava por múltiples bocas eruptivas. Las imágenes captadas por drones muestran corrientes de lava fluyendo desde el cráter, con turistas observando el espectáculo natural desde distancias seguras bajo supervisión profesional.
Datos Científicos y Actividad Eruptiva
Según los datos más recientes del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV), la actividad eruptiva ha mostrado una fase de desaceleración. El temblor volcánico —que indica la fuerza de ascenso del magma dentro de los conductos— ha descendido de valores altos a medio-bajos, lo que sugiere que la actividad cumbre está perdiendo vigor. La fase eruptiva actual comenzó el 14 de agosto y se ha caracterizado por fenómenos strombolianos, con erupciones moderadamente violentas en el Cráter Sureste y flujos lávicos que emergen de tres fracturas a distintas altitudes.
Durante las últimas semanas, se han abierto múltiples bocas eruptivas: una a 2,900 metros el 14 de agosto, otra a 3,100 metros y una tercera a 3,200 metros registrada el 21 de agosto, y una cuarta a 2,980 metros de altura. Aunque la intensidad ha disminuido, los expertos advierten que el Etna permanece impredecible, capaz de cambiar de calma a actividad intensa en cuestión de horas.
La actividad actual produce coladas de lava muy fluidas que se extienden por la ladera suroeste del volcán, así como emisiones de humo y ceniza que se disuelven rápidamente en la atmósfera. A pesar de esta situación, el nivel de alerta para el tráfico aéreo se mantiene en naranja, según el aviso VONA (Volcano Observatory Notice for Aviation) emitido por el INGV de Catania. Sin embargo, no se reportan consecuencias para el funcionamiento del aeropuerto internacional “Vincenzo Bellini” de Catania, que sigue operando normalmente.
Medidas de Seguridad y Turismo Controlado
La Protección Civil ha implementado medidas de precaución, prohibiendo el acceso a la zona cumbre del volcán y suspendiendo las excursiones más allá de los 2,500 metros. No obstante, las actividades turísticas continúan en áreas autorizadas, siempre bajo estricta supervisión de guías certificados y equipos de rescate. El Cuerpo Forestal de la Región Siciliana ha llevado a cabo inspecciones en las áreas cumbres para monitorear de cerca la evolución de la fase eruptiva actual. Los agentes han llegado hasta los cráteres para verificar directamente la dinámica que ha estado rediseñando el perfil de la montaña.
Los equipos de rescate enfatizan que, por el momento, las medidas de seguridad están funcionando efectivamente, permitiendo que los visitantes presencien de manera segura uno de los espectáculos naturales más impresionantes de Europa. Las vistas desde el Etna abarcan la ciudad de Catania y los pueblos circundantes, ofreciendo a los turistas una perspectiva única de la actividad volcánica en curso.
A pesar de que la actividad actual es considerablemente menos intensa en comparación con las explosiones potentes registradas en junio pasado, cuando el volcán generó altas columnas de humo y el colapso parcial de su cráter principal, la belleza y el poder del Etna continúan fascinando a quienes se atreven a contemplarlo.
