El 2 de septiembre de 2025, el primer tren de la Línea 1 del metro de Bogotá arribó al puerto de Cartagena, marcando un avance significativo en la historia del transporte público colombiano. Este tren, que partió de Qingdao el 3 de agosto de 2025, llegó después de una travesía marítima de 30 días, y su recepción fue celebrada por el alcalde mayor de Bogotá, Carlos Fernando Galán, quien destacó que este momento es el resultado de 83 años de espera.
Un hito para la movilidad en Bogotá
Galán, acompañado del gerente de la Empresa Metro de Bogotá (EMB), Leonidas Narváez, expresó su emoción al recibir el tren. “Por fin llegó el primer tren del metro de Bogotá, después de tantas décadas de espera”, afirmó. La llegada de esta unidad simboliza el inicio de una etapa de pruebas crucial para el funcionamiento del sistema de metro, que promete transformar la movilidad en la capital colombiana.
La Línea 1 del metro estará compuesta por 30 trenes, cada uno con seis vagones. Una vez que todos los trenes lleguen a Bogotá, se realizarán pruebas estáticas y dinámicas sobre 1,000 metros de vía férrea. Estas pruebas son fundamentales para verificar los componentes técnicos y de seguridad, así como para preparar tanto el material rodante como al personal operativo para el servicio regular de pasajeros.
Expectativa histórica y futuro del transporte
La llegada del primer tren representa un hito que trasciende la infraestructura; es una respuesta a la demanda de un sistema de transporte más eficiente en una ciudad que ha lidiado con problemas de movilidad durante décadas. Las autoridades locales enfatizan que este arribo confirma que la fase de construcción avanza según lo previsto.
El metro de Bogotá se proyecta como un eje central para la movilidad y la integración de la ciudad con su periferia, dentro de un modelo de transporte masivo más limpio y eficiente. Con la llegada del primer tren se inicia una cuenta regresiva hacia la operación comercial, que se espera inicie después de completar todas las pruebas técnicas y de seguridad en los próximos meses. Este desarrollo no solo impactará a los bogotanos, sino que también cambiará la calidad de vida de millones.
La realidad es que, tras años de expectativas y promesas, la implementación del metro empieza a materializarse, y con ella, la esperanza de un futuro con mejor movilidad para Bogotá.
