Una huelga indefinida de enfermeras y médicos ha paralizado la atención en hospitales clave de Lima, afectando gravemente a miles de pacientes. Desde el 9 de septiembre, el cuarto día de protestas en la red del Seguro Social de Salud (Essalud), el hospital Edgardo Rebagliati se ha convertido en el epicentro de una crisis que expone las serias deficiencias del sistema de salud peruano.
Colapso en el Hospital Edgardo Rebagliati
Las instalaciones se encuentran abarrotadas. Según 24 Horas, las áreas de farmacia y consultorios externos están saturadas con camillas y pacientes ocupando los pasillos. Las quejas son constantes: las dificultades para acceder a camas o recibir atención básica se han vuelto insostenibles. “Mi madre necesitaba una tomografía, pero no hay máquinas ni personal disponible”, denunció un familiar de un paciente afectado.
Las voces de quienes enfrentan esta situación resaltan lo injusto que es el sistema. “Sacar cita en este sistema solo prolonga el sufrimiento físico y mental”, agregó otro usuario, reflejando la frustración que se siente en los pasillos del hospital.
Dificultades en exámenes y consultas
Las complicaciones para programar exámenes son especialmente notorias en adultos mayores y pacientes crónicos. “Mi papá sacó cita en junio y solo la obtuvo para octubre, siendo un paciente mayor con problemas renales, no es justo”, expresó una usuaria. La frustración se extiende a quienes intentan acceder a citas en Padomi, donde las demoras pueden alcanzar hasta seis meses.
El déficit de medicamentos también figura entre las razones que motivan la huelga. “La infraestructura es deficiente y no hay material suficiente. No puede ser que con un simple analgésico se resuelva todo”, afirmó un vocero del sindicato, evidenciando la falta de recursos que enfrenta el sistema de salud.
Además, los trabajadores de salud critican la gestión de recursos y la contratación de personal. “El hospital Rebagliati tiene más de cien consultorios, pero solo opera en un turno. ¿Por qué no extender la atención al turno noche? Es una solución sencilla”, reclamó un trabajador, sugiriendo que la institución no quiere invertir en más personal.
En medio de este caos, el contexto institucional se complica aún más. Los empleados de Essalud también expresan su rechazo a posibles reformas promovidas por la presidenta Dina Boluarte, quien busca modificar la gestión de los fondos del Seguro Social. “Los recursos del Seguro Social son intangibles. Sin embargo, se pretende privatizar la seguridad social”, advirtió un dirigente sindical.
En respuesta a la huelga, Essalud emitió un comunicado en el que afirmaron que más del 90 % del personal asistencial a nivel nacional se presentó a trabajar el pasado viernes. La institución sostiene que mantiene un “diálogo permanente y constructivo” con las organizaciones sindicales, a pesar de las críticas que recibe.
Las críticas hacia la gestión actual son contundentes. “Es deprimente esta gestión del señor Segundo Acho. No le importa nada a este señor”, manifestó un representante sindical, reiterando el descontento con las decisiones administrativas que han llevado a esta crisis.
En este quinto día de protestas, los principales servicios perjudicados incluyen farmacia, consultorios externos y exámenes especializados, así como la gestión de citas para adultos mayores. Las imágenes y testimonios reflejan una institución presionada por la alta demanda y la falta de soluciones rápidas a reclamos que han persistido por mucho tiempo.