El presidente de Argentina, Javier Milei, ha decidido vetar la ley de financiamiento universitario, una medida que había sido aprobada por la Cámara de Diputados a principios de agosto con el apoyo de 158 votos, aunque no alcanzó la mayoría de dos tercios necesaria para su ratificación. Este veto, remitido al Congreso, ha encendido el debate en la oposición, que ahora considera la posibilidad de convocar una sesión especial el próximo miércoles para intentar revertir esta decisión.
Detalles del veto y su impacto
La ley vetada, impulsada por el radicalismo disidente de Democracia para Siempre y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), busca garantizar la actualización automática de los gastos de funcionamiento de las universidades, hospitales universitarios y partidas para investigación, algo que se considera esencial en medio de la crisis económica. También incluía la convocatoria a paritarias en tres meses para mejorar los salarios del personal docente y no docente, así como aumentar las becas.
Sin embargo, la Casa Rosada ha argumentado que el costo fiscal de esta ley es demasiado alto y que podría poner en riesgo el superávit fiscal, un pilar del plan económico del gobierno. En el veto, publicado en el Boletín Oficial, se señala que el proyecto no cumple con el artículo 38 de la Ley 24.156, que exige especificar las fuentes de financiamiento para gastos no previstos en el presupuesto.
El gobierno sostiene que las fuentes propuestas son demasiado “genéricas” y no garantizan la disponibilidad de recursos. Además, se advierte que la implementación de la ley podría implicar un incremento significativo del gasto público, con un costo estimado de más de un billón de pesos para el año 2025, lo que afectaría la estabilidad de las finanzas públicas y aumentaría la inflación.
Reacciones y próximos pasos
Este es el segundo veto de Milei a una ley de financiamiento universitario, lo que ha generado preocupación en diversos sectores. A pesar de haber logrado reunir el apoyo de gobernadores y algunos legisladores en el pasado, la oposición ahora analiza convocar una sesión para el próximo miércoles, donde se discutiría el rechazo al veto. Los bloques más duros argumentan que es crucial actuar rápidamente para aprovechar el momento de debilidad del gobierno tras la reciente debacle electoral en Buenos Aires.
Este jueves por la mañana se llevará a cabo una reunión clave entre los secretarios parlamentarios de los bloques opositores para definir los próximos pasos a seguir. También se espera que se discutan los vetos a la declaración de emergencia por Bahía Blanca y la moratoria previsional, lo que podría añadir más tensión a la situación política actual.