El autor Camilo E. Ramírez, reconocido psicoanalista, traductor y profesor universitario, reflexiona sobre el papel del horror, la fascinación y la indignación en nuestra sociedad actual. Este fenómeno ha desplazado el pensamiento crítico y la planificación, llevando a que las decisiones, tanto personales como colectivas, se tomen de manera impulsiva y reactiva.
En un entorno donde las emociones dominan, muchas decisiones se ven influenciadas por reacciones momentáneas, como si se tratara de una lógica que prioriza lo intenso sobre lo racional. La premisa de “siento intensamente, luego existo” se ha vuelto común, haciendo que la toma de decisiones se base en impulsos y no en reflexiones profundas. Esta tendencia genera una respuesta automática ante situaciones problemáticas, donde la acción se convierte en una reacción frente a un tsunami emocional.
Las personas, atrapadas en un ciclo de sensaciones efímeras, buscan experiencias extremas que, aunque arriesgadas, les ofrezcan una estructura y sentido a su existencia. Este fenómeno revela una necesidad colectiva de encontrar elementos que organicen la vida más allá del desbordamiento emocional.
Es importante señalar que, si bien las sensaciones pueden ofrecer una especie de intuición o “tercer ojo”, estas requieren ser interpretadas a través del lenguaje y el pensamiento crítico. La idea de que una sensación intensa puede transmitir la verdad es un mito; la realidad siempre escapa a lo que podemos expresar o comprender plenamente. La verdad se presenta como una construcción ética, donde cada individuo contribuye a su propia interpretación y significado.
Ramírez concluye que es fundamental encontrar un equilibrio entre la emoción y la razón, buscando un espacio donde las decisiones se fundamenten en un análisis más profundo y no solo en la reacción visceral ante el horror o la fascinación. La búsqueda de una verdad más amplia y estructurada debe ser el objetivo en un mundo dominado por la inmediatez y la superficialidad.
