María Negroni, la renombrada escritora y docente argentina, regresa a su país tras un año de residencia en Berlín, donde participó en un prestigioso programa del DAAD. Reconocida por su vasta obra y premios como la beca Guggenheim, Negroni se adentra en una conversación profunda sobre la literatura y su verdadera esencia, desafiando la noción de entretenimiento que a menudo la rodea.
La búsqueda del lenguaje
En una reciente charla, Negroni enfatizó que no le pide a la literatura que la entretenga. “Los libros entretenidos me aburren profundamente”, afirmó, señalando que para ella, lo seductor es la escritura misma. Lo que busca, dice, es una conexión más profunda con el lenguaje, un desplazamiento de la anécdota hacia la exploración del instrumento que es el lenguaje. “Hay libros donde no pasa nada a nivel del lenguaje, son pura subliteratura”, agregó, criticando la forma en que muchos textos se venden como literatura cuando, en realidad, son simples entretenimientos.
Negroni considera que la literatura debe plantear preguntas y profundizar en la complejidad de la existencia. “Así como en las personas, hay niveles de problemática en la literatura”, explica, sugiriendo que muchas veces las conversaciones se quedan en la superficialidad, lo que también se refleja en ciertos libros que no logran ir más allá de la banalidad.
Reflexiones sobre el arte y la escritura
La autora de Colección permanente también reflexiona sobre cómo el lenguaje ha sufrido una degradación en la actualidad. “Los significados se calcifican, no hay espacio para la ambigüedad o la incertidumbre”, sostiene. En sus obras, hace hincapié en la importancia de encontrar un lenguaje digno y elegante, que no se limite a los clichés.
Negroni, quien tiene un doctorado en literatura latinoamericana por la Universidad de Columbia, se ha convertido en una figura clave en la enseñanza de la escritura creativa en la UNTREF. En su reciente libro, mezcla el ensayo, la autobiografía y la biografía, y añade la entrevista apócrifa como un género que enriquece su exploración literaria.
Su obra no solo se limita a escribir; también traduce a poetas como Elizabeth Bishop y Sylvia Plath, lo que le permite construir un diálogo continuo con la literatura que admira. “La literatura se hace con la literatura”, señala, destacando que no existe una página en blanco, ya que todo lo que se siente o piensa ha sido previamente explorado por otros.
Para Negroni, la escritura es un viaje hacia la desnudez personal y la búsqueda de esas voces que resuenan con la propia experiencia. “El arte es para los adultos lo que el juego es para los niños”, concluye, reafirmando que la creación literaria es un acto de esplendor que invita a la conexión y a la emoción.
Con una carrera marcada por su compromiso con la literatura profunda y significativa, la conversación con Negroni es un recordatorio de que la verdadera literatura va más allá del entretenimiento, invitándonos a explorar las complejidades del lenguaje y de la vida misma.