La reciente escalada de tensiones comerciales entre India y Estados Unidos ha llevado al primer ministro indio, Narendra Modi, a adoptar un tono conciliador tras la imposición de aranceles estadounidenses a productos indios, motivada por la compra de petróleo ruso por parte de Nueva Delhi. Modi subrayó la importancia de mantener una “asociación estratégica global muy positiva y con visión de futuro” entre ambos países, buscando así reducir la fricción bilateral y preservar el diálogo en medio de negociaciones comerciales clave.
Un gesto de amistad en tiempos complicados
En un mensaje difundido en la red social X, el premier expresó su aprecio por la valoración positiva de Donald Trump hacia la relación bilateral, asegurando que “corresponde plenamente a sus sentimientos” de amistad. Este gesto se produjo después de que el presidente estadounidense manifestara públicamente su descontento con las acciones recientes de India, aunque reiteró su respeto personal por el líder indio. “Siempre seré amigo del primer ministro Modi. Es un gran primer ministro. Pero simplemente no me gusta lo que está haciendo en este momento en particular”, afirmó Trump, refiriéndose a las importaciones de crudo ruso por parte de India.
Las declaraciones del líder republicano, realizadas en una rueda de prensa en el Despacho Oval, matizaron un mensaje previo en su red social Truth, donde sugirió que India y Rusia se acercaban al régimen de China, acompañando sus palabras con una imagen de Modi junto a Vladimir Putin y Xi Jinping durante la reciente visita a Beijing. En este sentido, el mandatario estadounidense negó haber “perdido” la relación con India y enfatizó que mantiene “una muy buena relación con Modi”, aunque lamentó la decisión de Nueva Delhi de aumentar sus compras de petróleo a Rusia.
Impacto de los aranceles y futuro comercial
El origen inmediato de la disputa se encuentra en la imposición de aranceles secundarios por parte de la administración Trump, que elevó los gravámenes sobre productos indios hasta el 50%, duplicando el 25% que ya se aplicaba desde principios de agosto. Washington justificó esta medida como represalia por la política energética de Nueva Delhi, mientras que el gobierno indio calificó los aranceles de “injustos, injustificados e irrazonables”. Este endurecimiento arancelario ha generado un enfriamiento en las relaciones comerciales entre ambos países, que hasta ahora mantenían un vínculo económico estrecho.
En este contexto, Modi asistió recientemente a la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en China, donde mostró una notable camaradería con los presidentes Xi Jinping y Vladimir Putin, en lo que fue interpretado como una muestra de unidad frente a la presión ejercida por Washington, en un momento en que India busca diversificar sus alianzas internacionales.
A pesar de las tensiones, el ministro de Comercio e Industria indio, Piyush Goyal, manifestó su confianza en que las negociaciones comerciales con Estados Unidos puedan reconducirse en los próximos meses. “Esperamos que la situación se normalice pronto y que podamos concluir un acuerdo comercial bilateral para el otoño, alrededor del mes de noviembre”, declaró Goyal en un evento en Bombay. El ministro reconoció que un “pequeño problema geopolítico” ha superado las cuestiones comerciales en el diálogo bilateral, pero insistió en que ambas partes continúan trabajando para alcanzar un entendimiento.
El impacto económico de los aranceles estadounidenses es considerable: las tasas sobre las exportaciones indias han alcanzado uno de los niveles más altos impuestos por la administración Trump, lo que ha afectado el ritmo de las relaciones comerciales. No obstante, Washington sigue siendo el principal socio comercial de Nueva Delhi. En paralelo, Modi destacó el crecimiento del producto interior bruto indio, que aumentó un 7,8% en el primer trimestre del año fiscal, y aludió al “egoísmo económico” en referencia a la política comercial estadounidense.
En respuesta a la coyuntura, India ha intensificado sus contactos con otros actores internacionales. En las últimas semanas, Nueva Delhi ha buscado fortalecer lazos comerciales con Rusia, China y diversas economías emergentes, mientras que funcionarios indios han reiterado su intención de avanzar en acuerdos con la Unión Europea, Chile, Perú, Nueva Zelanda, Australia y Omán, en un esfuerzo por ampliar sus opciones y reducir la dependencia de un solo socio.