El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, ha lanzado un contundente llamado a la unidad en la política madrileña, proponiendo un “gran pacto” para poner fin a la “dinámica estéril del insulto” y a la desinformación que, según él, opaca la gestión del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Durante un Desayuno Informativo organizado por Europa Press en el Hotel Rosewood Villamagna, López enfatizó que la política debe basarse en el consenso y en el optimismo.
Una nueva forma de hacer política
“Ofrezco consensos a Madrid y me abro a otros”, declaró López, destacando que el proyecto del PSOE-M busca compartir con la “inmensa mayoría de los ciudadanos”. En su discurso, propuso un enfoque político que evite la agresión y el desprestigio, pero advirtió que no permitirá “ninguna tropelía sin respuesta”. “El optimismo es irracional”, añadió, sugiriendo que una perspectiva positiva es crucial para abordar los problemas actuales.
El ministro planteó que el Partido Popular (PP) se ha dedicado a crear una “máquina de poder” que busca un “enemigo siempre fuera”, haciendo referencia a la figura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. López retó a los presentes a encontrar un día en los últimos tres años en el que la presidenta Isabel Díaz Ayuso no haya mencionado a Sánchez, poniendo en duda su capacidad para abordar los problemas reales de Madrid.
Preparándose para el futuro
López afirmó que esta es una “obsesión” que evita discutir temas importantes en la región, que “nunca menciona” Ayuso. A pesar de anticipar una carrera electoral de “20 meses” hacia las elecciones autonómicas de 2027, el dirigente socialistas reconoció que llegarán “con menos recursos” que el PP, que lleva más de 30 años gobernando Madrid, pero con “mejores ideas”.
Con un enfoque claro en la educación y la sanidad públicas, López se comprometió a trabajar para llegar a los madrileños que sí creen en estos aspectos fundamentales. “Hemos aprendido el truco y vamos a trabajar para llegar a la mayoría de los madrileños”, concluyó, dejando claro que la lucha por un Madrid más transparente y solidario apenas comienza.