La alta dirección de Osinergmin se encuentra bajo severas críticas tras revelarse que han gastado más de 58,000 soles en desayunos, coffee breaks y lujosos salones en San Isidro, contraviniendo su discurso de austeridad. Un reportaje de Panorama destacó que la entidad pública ha reservado espacios exclusivos y contratado servicios de banquetes con precios exorbitantes, lo cual ha generado indignación en la ciudadanía.
Gastos que levantan sospechas
Entre los gastos más notables se encuentran un desayuno buffet de 2,880 soles, coffee breaks valorados en 2,484 soles y un menú plateado de almuerzo que alcanzó los 6,480 soles. Estos costos han sido justificados bajo el argumento de mantener la eficiencia institucional y la concentración de sus ejecutivos en talleres estratégicos. Sin embargo, llama la atención que Osinergmin cuenta con un auditorio propio que podría haberse utilizado sin costo adicional.
El reportaje también reveló que la entidad alquiló el “Salón Imperial” del Country Club de San Isidro para llevar a cabo actividades estratégicas, gastando más de 38,000 soles solo en el alquiler. La crítica es clara: ¿por qué optar por un lugar tan costoso cuando existe un espacio propio disponible?
Defensa de los gastos
Frente a las críticas, Freddy Falcón Obregón, vocero de la Gerencia de Administración y Finanzas de Osinergmin, defendió la decisión de alquilar el Country Club, argumentando que el auditorio institucional no es lo suficientemente amplio. “La idea es sacar a los ejecutivos de la rutina y permitirles concentrarse”, comentó Falcón. A pesar de estas justificaciones, muchos cuestionan la necesidad de gastar tanto en un contexto de crisis económica.
Adicionalmente, se informó que Osinergmin ha estado realizando pedidos frecuentes al tradicional restaurante El Bolivariano, donde los desayunos criollos, que incluyen sanguches y café, bordean los 20 soles por unidad. Sin embargo, se puede encontrar el mismo menú a menos de 4 soles en establecimientos cercanos, lo que genera más dudas sobre la transparencia de sus procesos de compra.
Finalmente, el reportaje de Panorama expuso que la entidad adquirió una tarjeta de alimentos y bebidas por 40,708 soles, que permite a la alta gerencia consumir productos en restaurantes autorizados, funcionando prácticamente como un bono exclusivo para funcionarios.
Estos gastos lujosos contrastan de manera alarmante con la realidad que enfrenta la población, que enfrenta el creciente costo de vida mientras la alta dirección de Osinergmin parece disfrutar de excesos que no son indispensables para su operación. El llamado a la austeridad se convierte, en este contexto, en un discurso que resuena vacío y desconectado de las necesidades del país.
