El periodista estadounidense Alec Luhn vivió una experiencia extrema tras caer por una montaña en el Parque Nacional Folgefonna, Noruega, el 31 de julio de 2023. Luhn, de 38 años, se desplomó por una ladera empinada, rebotando contra las rocas mientras pensaba que su vida podría terminar en ese instante. La caída fue frenada por una gran roca que le provocó múltiples fracturas, incluyendo su fémur y pelvis, además de hemorragia en la cabeza y heridas en sus manos.
Lo más impactante fue que, después de perder su celular y su provisión de agua y comida, se vio obligado a sobrevivir solo durante seis días en la naturaleza. “No podía escapar, solo quedaba quedarme allí”, recordó Luhn en una entrevista con The Washington Post. Al día siguiente de su accidente, se dio cuenta de que su única opción era beber su propia orina para mantener la hidratación, mientras intentaba comer pasto y musgo para sobrevivir.
La lucha por la supervivencia
Durante los primeros días, el clima fue favorable, lo que le permitió improvisar un refugio con su equipo de camping. Sin embargo, la falta de agua se hizo crítica después de 48 horas. Luhn recordó que la sed era tan intensa que se reventó una ampolla en su mano para beber su propia sangre. En un momento de desesperación, utilizó una bolsa de agua vacía para recolectar su orina y sobrevivir.
El 4 de agosto de 2023, su esposa, Veronika Silchenko, reportó su desaparición tras no recibir noticias de él. Un equipo de búsqueda enfrentó condiciones difíciles, con lluvia y viento que complicaban las labores de rescate. Mientras tanto, Luhn se encontraba en medio de la naturaleza, luchando contra el frío y la incertidumbre. “Esto podría ser el fin”, pensó en un momento, pero su determinación por sobrevivir lo mantenía enfocado.
Rescate y recuperación
Finalmente, el 6 de agosto, Luhn fue localizado y rescatado. Los médicos que lo atendieron en un hospital de Bergen confirmaron que, además de las fracturas, sufrió congelación severa en los pies. A pesar de los desafíos, hay optimismo sobre su recuperación total. En su reencuentro con Veronika, Luhn, fiel a su profesión, pidió papel y un bolígrafo para tomar notas sobre su experiencia.
“Pasé mucho tiempo pensando en mi familia y en lo absurdo que era que pudiera morir solo por querer hacer una caminata genial alrededor de este glaciar”, reflexionó. Veronika, quien también es periodista, está convencida de que su esposo volverá a hacer senderismo, pero con una importante advertencia: “definitivamente no va solo. Tiene prohibido hacer senderismo en solitario”. La historia de Luhn es un recordatorio poderoso de los peligros que pueden acechar incluso a los más experimentados aventureros.