El chef Ramón Freixa regresa a Madrid con una sorprendente propuesta: dos restaurantes, Tradición y Atelier, en un mismo espacio que prometen revolucionar la alta cocina de la capital. Después de cerrar su restaurante homónimo en el hotel Único en diciembre de 2024, Freixa se embarca en esta nueva aventura con el firme propósito de marcar la pauta en la gastronomía contemporánea.
Dos conceptos, un espacio
La nueva casa del chef, situada en Calle Velázquez 24, abarca 600 metros cuadrados donde conviven dos “alter egos” culinarios. Tradición se centra en la cocina de memoria, evocando sabores y técnicas que celebran la herencia gastronómica española, mientras que Atelier se adentra en la vanguardia y la innovación. “Sin tradición no hay vanguardia”, afirma Freixa, enfatizando la importancia de ambas propuestas.
Las primeras semanas de apertura han sido prometedoras, a pesar del reto que representa la temporada de verano en Madrid. “La verdad que muy contentos”, expresa el chef, quien destaca que ya estaban rodados antes de abrir y ahora buscan perfeccionar el engranaje de sus operaciones.
Una apuesta por la cocina contemporánea
Freixa, con más de 25 años de experiencia en el sector, considera que Madrid es una de las capitales mundiales de la gastronomía y había un espacio para su propuesta de cocina tradicional contemporánea. “Quiero que sea un lugar al que quieras venir todos los días”, añade, refiriéndose a Tradición.
La idea de separar su nuevo proyecto en dos restaurantes surge de la oportunidad que le ofrece el local. “No comparten absolutamente nada, solo la entrada”, aclara, resaltando que cada concepto tiene su propia identidad y filosofía. Mientras Tradición busca mantener viva la memoria del pasado, Atelier se presenta como un laboratorio de ideas donde el producto se transforma en un lenguaje moderno y atrevido.
Freixa no oculta sus aspiraciones. En Atelier, espera renovar las dos estrellas Michelin y convertirse en un referente gastronómico, mientras que Tradición se enfoca en ser un lugar accesible y acogedor para todos.
Al preguntarle sobre el desafío de dejar atrás su exitoso proyecto anterior, responde con determinación: “Quiero montar mi casa. Eso también era mi casa, pero no era de mi propiedad”. Este cambio representa para él una nueva etapa donde puede implementar sus propias normas y visiones.
Como catalán de nacimiento y madrileño de adopción, Freixa expresa su amor por la ciudad: “No concibo separarme de Madrid ahora porque la amo”. La capital se convierte en su despensa, donde encuentra los mejores productos de toda España, reafirmando su compromiso con la cocina de kilómetro cero.
Finalmente, el chef comparte su visión sobre el futuro: “Un restaurante es una maratón, y queremos que este dure muchos años”. Con su carácter decidido y su pasión por la gastronomía, Ramón Freixa se posiciona nuevamente como un líder en el escenario culinario de Madrid.