En una noche llena de tensión, River Plate logró avanzar a los cuartos de final de la Copa Libertadores tras un empate 1-1 en el marcador global contra Libertad de Paraguay. El partido se definió en una dramática serie de penales, donde el equipo argentino salió victorioso 3-1, dejando atrás una racha complicada en esta fase del torneo.
Un partido de infarto
El encuentro tuvo lugar en el Estadio Monumental, donde Sebastián Driussi abrió el marcador para River en el primer tiempo, pero Robert Rojas igualó para Libertad antes de que el árbitro pitara el final. La expulsión de Giuliano Galoppo complicó las cosas para los locales, obligando al técnico Marcelo Gallardo a realizar cambios estratégicos que finalmente incluyeron la salida de Juan Fernando Quintero.
Quintero, quien había sido uno de los jugadores más activos, mostró su descontento al ser sustituido, generando reacciones tanto en el estadio como en las redes sociales. Esta decisión del entrenador, aunque buscaba darle más solidez al equipo tras la expulsión, no fue bien recibida por el volante colombiano, quien evidenció su rabia al dirigirse al banquillo.
Definición desde los penales
La tanda de penales comenzó con un tiro certero de Ignacio “Nacho” Fernández, que puso a River en ventaja. Sin embargo, la presión aumentó cuando Jorge Recalde falló su disparo al estrellar el balón contra el poste. En un momento clave, Franco Armani, el arquero de River, se convirtió en el héroe al detener el tiro de Marcelo Fernández, asegurando la clasificación de su equipo.
El siguiente rival de River Plate será Palmeiras de Brasil, en lo que promete ser un duelo emocionante en la siguiente ronda de la competencia. Esta victoria, además de significar un avance importante, también marca el fin de una mala racha para River en las definiciones por penales, que no superaba desde su enfrentamiento contra Cruzeiro en 2019.
La situación de Quintero, su rabia y la decisión de Gallardo seguirán dando de qué hablar entre los aficionados. La realidad es que, en el mundo del fútbol, las emociones son parte del juego y lo que ocurre en el campo, a menudo, trasciende el resultado final.