El servicio de tren hacia Machu Picchu ha sido restablecido después de que la empresa Perú Rail completara la limpieza y reparación de la vía, que había permanecido bloqueada por piedras de diversas dimensiones. Este restablecimiento del tránsito ferroviario es crucial para los turistas y habitantes locales, especialmente en un contexto de manifestaciones sociales que han impactado la región.
Restablecimiento del servicio tras la limpieza de la vía
Durante las primeras horas del día, Ferrocarril Trasandino S.A. informó que su personal detectó rocas entre los kilómetros 83+600 y 87+600, específicamente en el sector de Ccorihuayrachina, lo que impidió el paso regular de los trenes. Esta interrupción generó que numerosos turistas quedaran varados tanto en la estación de Ollantaytambo como en la de Machu Picchu, lo que elevó la preocupación por la afectación a la actividad turística en la zona.
En un comunicado, Perú Rail expresó: “La reanudación de nuestros servicios ha sido posible tras la rehabilitación de la vía férrea de la ruta a Machu Picchu. Agradecemos la comprensión en nuestro esfuerzo por mantener un entorno seguro para todos”. La compañía destacó la labor de su equipo, que trabajó en coordinación para recuperar la normalidad en una de las rutas más importantes de la región.
Impacto en pasajeros y actividades turísticas
La suspensión temporal del servicio afectó a turistas nacionales y extranjeros, quienes tuvieron que esperar varias horas hasta que se garantizaron condiciones seguras para el tránsito. Las agencias de viaje y operadores turísticos manifestaron su inquietud por los contratiempos que se registraron al inicio del día. La ruta ferroviaria entre Ollantaytambo y Machu Picchu es el principal acceso a la ciudadela inca, recibiendo miles de visitantes cada semana.
Mientras se realizaban los trabajos de limpieza, habitantes de comunidades cercanas y ciudadanos locales mantenían un paro seco, lo que intensificó las complicaciones para los viajeros. Esta medida de protesta, anunciada el día anterior, incluyó el cierre de establecimientos comerciales en los alrededores de Machu Picchu Pueblo, así como bloqueos intermitentes en rutas alternas. Los pasajeros afectados intentaron reorganizar sus planes de viaje mientras esperaban novedades sobre el restablecimiento del servicio.
Contexto del paro y tensiones locales
El paro en Machu Picchu se originó a raíz de un desacuerdo sobre la incorporación de nuevos autobuses a la ruta Hiram Bingham Machu Picchu Pueblo-Ciudadela Inca, un trayecto gestionado por la empresa Concettur, cuya concesión finalizó el 4 de septiembre. Las protestas buscan impedir el ingreso de nuevas unidades en un contexto de denuncias sobre acuerdos para restringir el acceso a operadores alternativos.
Organizaciones vecinales, comerciantes y grupos de ciudadanos reclaman transparencia en el proceso de asignación de rutas y acceso de vehículos. Las demandas incluyen un llamado a las autoridades locales para que intervengan en la resolución del conflicto, que sigue latente a pesar de la reanudación del servicio.
Perspectivas tras la reactivación del tren
La rehabilitación de la vía férrea y la reanudación del servicio de Perú Rail representan un alivio temporal para la conectividad en la región de Cusco, aunque las disputas sociales persisten. Los visitantes han retomado sus traslados hacia Machu Picchu, mientras los operadores turísticos monitorean la evolución de las protestas y las negociaciones en torno a las rutas terrestres.
El restablecimiento del tráfico ferroviario fue posible gracias al trabajo conjunto de cuadrillas técnicas que se desplazaron rápidamente a la zona afectada, removiendo piedras y asegurando la infraestructura ferroviaria. El transporte ferroviario es fundamental para la actividad económica y turística de la zona, especialmente en períodos de gran afluencia como los registrados en las últimas semanas.
