La actriz Silvia Pérez compartió un episodio desgarrador de su adolescencia durante una conversación profunda con Elizabeth Vernaci en “La Pop”, revelando cómo su madre la echó de casa debido a su relación con un modelo famoso.
Un hogar marcado por la tragedia
La historia de Silvia se remonta a cuando tenía tan solo 10 años, momento en que su padre, Héctor Pérez, sufrió un grave accidente que resultó en un derrame cerebral. Esta situación transformó su hogar en un lugar de tensión constante, donde la salud de su padre era una preocupación diaria. Su madre, María Ester Nava, conocida como Lucy, se vio obligada a asumir el control del hogar, lidiando con la enfermedad de su esposo y la crianza de tres hijas.
Silvia recordó que la dinámica familiar se basaba en la competencia entre hermanas, algo que su madre fomentaba para mantener el orden. “Mi mamá tenía, pobre, esa cosa de dividir para reinar”, comentó, a lo que Vernaci añadió que esto era característico de muchas madres de su época.
La búsqueda de la validación y el éxito
A medida que crecían, las tres hermanas se vieron presionadas a contribuir económicamente a la familia, creando un ambiente donde la solidaridad se entrelazaba con la rivalidad. Este contexto, sumado a las constantes comparaciones físicas que recibían de su madre, afectó profundamente su autoestima. “Para mí era escuchar sobre mis dos hermanas ‘mira lo lindas que son’. Y al revés, para mis dos hermanas era que yo era la linda”, explicó Silvia.
Con el tiempo, logró abrirse camino en el mundo del espectáculo. En 1974, fue coronada Miss Siete Días y Miss Argentina, un logro que la catapultó a la fama y la llevó a dejar la carrera de arquitectura, que había comenzado a estudiar.
No obstante, su vida dio un giro drástico cuando, a los 18 años, su madre la expulsó del hogar. La causa fue su relación con Carlos Iglesias, un modelo de renombre que era considerablemente mayor que ella. “Mi vieja me echó de mi casa porque yo salía con Carlos, quien era un modelo muy groso”, relató Silvia, subrayando que la diferencia de edad y el estado personal de Iglesias complicaron aún más la situación familiar.
Este episodio marcó un hito en la vida de Silvia, quien, a pesar del conflicto, salió de casa decidida a tomar control de su vida. “Encima gané un concurso y quería laburar… re puta”, expresó, refiriéndose a la presión que sentía por cumplir con las expectativas de su madre.
Las relaciones amorosas de Silvia siempre han estado bajo el escrutinio público. Tras su historia con Carlos Iglesias, también se destacó su relación con el actor y productor Pablo Codevila, así como su vínculo con Santiago Bal, de quien nació su hija, Julieta Bal, a los 21 años. La vida de Silvia ha sido un constante vaivén entre la fama y los desafíos personales, y su historia sigue resonando en la memoria colectiva del público.
