En un ambiente lleno de afecto y memorias, María Soledad Álvarez Castillo y su esposo Jorge Alberto Iruegas Valdivieso conmemoraron medio siglo de unión matrimonial. Este importante aniversario fue celebrado con un desayuno organizado con dedicación por sus hijos, quienes reunieron a la familia en este día tan especial.
La celebración comenzó con una misa de acción de gracias en la Basílica de Nuestra Señora de la Soledad, donde Sol y Jorge renovaron su fe y su compromiso, rodeados de bendiciones y buenos deseos de sus seres queridos. Posteriormente, los familiares y amigos se trasladaron a un hotel reconocido al norte de la ciudad, donde disfrutaron de un desayuno que fue preparado especialmente para la ocasión.
Entre los asistentes se encontraban sus hijos, Jorge Emilio, quien estuvo acompañado de su esposa María Fernanda López Fagoaga y sus pequeños Mateo y Luca, así como Raúl y su esposa Verónica López-Scheremberg Carreño, quienes se esmeraron en organizar este homenaje a sus padres.
El evento también fue compartido por los hermanos de Sol: Raúl, junto a su esposa Desirée de Leyzaola, y Patricia, quien asistió junto a su esposo Braulio de Muro, además de Sara de Castañeda. Entre los parientes también se encontraban su primo Jesús Martínez Álvarez y su esposa María de los Ángeles, así como las primas Pina, Josefina —acompañada de su esposo Felipe Martínez— y Beatriz, viuda de Gerardo García.
Asimismo, las primas Fernández del Campo: Luz María, Martha y Ángeles, junto a Luis y Carlos y sus respectivas familias, también fueron parte de esta celebración. Amigos entrañables como Neftalí García, Raúl Acevedo, Mayela Audelo y Claudia Arroyo se unieron a la fiesta, contribuyendo a hacer de este evento un recuerdo imborrable.
La atmósfera estuvo marcada por la alegría, la gratitud y los mensajes de cariño hacia Sol y Jorge, quienes después de cinco décadas de matrimonio continúan siendo un ejemplo de amor, fortaleza y unión familiar.