CIUDAD DE MÉXICO.— Esta semana, el consulado mexicano en Miami confirmó que hay 78 mexicanos detenidos en el centro de detención conocido como “Alligator Alcatraz”, un lugar que ha suscitado controversia debido a las condiciones de encierro y las rápidas denuncias de violaciones a los derechos humanos.
Visitas de los cónsules
Tras una visita al controvertido centro de detención, el cónsul de México en Miami, Rutilio Escandon, aseguró que los migrantes se encuentran en “buenas condiciones”. Durante su inspección, se reunió con 14 connacionales, y recalcó que se están atendiendo sus necesidades y se están respetando sus derechos humanos. Sin embargo, la realidad es que estos 78 mexicanos están recluidos en un lugar construido en menos de dos semanas, lo que ha llevado a críticas sobre su viabilidad y condiciones.
Por su parte, Juan Sabines, cónsul mexicano en Orlando, visitó otro centro de detención en Baker, donde se ofreció asistencia legal a migrantes. Sabines destacó que la mayoría de los detenidos en Baker ya fueron repatriados o están en proceso de retorno a México. Explicó que el 90% de ellos optó por la “salida voluntaria”, aunque el proceso de regreso sigue siendo lento.
Controversia y críticas
El cónsul Escandon defendió el centro “Alligator Alcatraz”, argumentando que ha sido objeto de “mala fama”. A pesar de su defensa, el lugar sigue en medio de la polémica por las condiciones en las que se encuentran los migrantes. “Ninguna cárcel es digna ni adecuada para personas inocentes”, declaró Sabines, subrayando que “ser migrante NO es un delito”. Esta declaración resuena con fuerza en un contexto donde la migración sigue siendo un tema sensible en la política estadounidense.
Finalmente, en un giro inesperado, una jueza federal, Kathleen Williams, ordenó el desmantelamiento de “Alligator Alcatraz” en un plazo de 60 días y prohibió la entrada de nuevos migrantes. Esta decisión podría marcar un cambio significativo en la política de detención de migrantes en Estados Unidos, y refleja la creciente presión sobre el sistema migratorio y las condiciones de detención.
La situación de los migrantes mexicanos en este contexto es crítica y merece atención, tanto a nivel local como internacional. Las voces de los cónsules y la acción judicial son un recordatorio de que la lucha por los derechos humanos de los migrantes sigue siendo una prioridad en la agenda mexicana.