El trágico hallazgo de una familia sin vida en un hotel de la isla de San Andrés ha conmocionado a la sociedad colombiana. Orlando Canro, abuelo del niño de 4 años encontrado sin vida junto a su hija, su yerno y su nieto, ha decidido romper el silencio para brindar detalles sobre las posibles causas de esta devastadora pérdida. Su relato, cargado de angustia y confusión, arroja luz sobre un caso que ha despertado más preguntas que respuestas.
La familia Martínez Canro fue hallada en el cuarto de un hotel, específicamente en el Hotel Portobelo Convention, donde se encontraban hospedados. Orlando Canro explicó que la última vez que tuvo contacto con su hija, Viviana Canro, y su familia fue cuando intentó comunicarse con ellos a través de la puerta de la habitación. Al no recibir respuesta, se dirigió a la recepción del hotel para solicitar ayuda. Fue allí donde se encontró con la desgarradora escena de sus seres queridos sin vida.
Los primeros detalles sobre la autopsia del pequeño Kevin Matías han comenzado a surgir, revelando que no se encontraron marcas de violencia ni signos de envenenamiento. Orlando afirmó que el estómago del niño estaba limpio y que no había nada extraño en él, lo que ha generado un ambiente de incertidumbre respecto a lo que pudo haber ocurrido en el interior de la habitación. Según sus palabras, “Al niño no le encontraron nada extraño en el estómago, que estaba limpio, que tenía una espuma normal y que el hígado lo tenía limpio”.
A pesar de las conclusiones iniciales, las autoridades han indicado que se están investigando diversas líneas, incluyendo la posibilidad de un envenenamiento. Sin embargo, el abuelo de Kevin rechazó esta teoría categóricamente. “No fue nada de eso”, enfatizó durante una entrevista con Radio Caracol. Esta afirmación deja entrever la frustración y el dolor que siente por la situación, así como su deseo de encontrar respuestas claras sobre la muerte de su familia.
Orlando también compartió una inquietante observación relacionada con el estado de la habitación donde se hospedaban. Según él, desde el momento en que llegaron al hotel, su hija había notado un mal olor que provenía de la habitación. “A ella no le gustó esa habitación”, relató, sugiriendo que el olor podía ser similar al de las pinturas. “Algo raro que no le hicimos caso y miren las consecuencias”, añadió, dejando entrever que tal vez hubo un factor ambiental que contribuyó a la tragedia.
La angustia de Orlando no solo se centra en la pérdida de su familia, sino también en la búsqueda de justicia. El abuelo ha manifestado su deseo de que se aclare lo que realmente sucedió en esa habitación y si hubo algún tipo de negligencia por parte del hotel. “El personal del hotel se acercó con ellos para ver que estén bien atendidos, pero lo que buscan es justicia”, concluyó, mostrando su determinación de no dejar que este caso quede sin respuesta.
La situación ha generado un fuerte eco en la comunidad, que se pregunta cómo es posible que una tragedia de tal magnitud pudiera ocurrir en un lugar que debería ser seguro. La investigación sigue en marcha, y la familia Martínez Canro espera que pronto se esclarezcan los hechos para poder rendir homenaje a sus seres queridos de manera adecuada.
