Un ataque indiscriminado con explosivos cerca de una base de la Fuerza Aérea en Cali, Colombia, dejó un saldo trágico de al menos cinco muertos y 42 heridos, lo que desató una ola de condenas internacionales, incluida la de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
La condena de la ONU y el llamado a la paz
Este jueves, la ONU expresó su repudio al ataque, señalando que es fundamental que los grupos armados no estatales respeten los derechos humanos y el derecho internacional humanitario. La ONU urgió a estos grupos a diferenciar entre combatientes y la población civil, un principio esencial para proteger a los inocentes en conflictos armados.
“Condenamos el ataque indiscriminado con explosivos en Cali, que deja hasta el momento al menos cinco personas civiles muertas y 42 personas heridas”, comunicó el organismo a través de su cuenta en X. También hizo un llamado al Estado colombiano para que atienda a las víctimas y realice las investigaciones pertinentes que garanticen justicia.
Atribuciones y antecedentes de violencia
El ataque se produjo en la tarde del 15 de noviembre de 2023, en las cercanías de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, en una de las avenidas más transitadas de Cali. El presidente colombiano, Gustavo Petro, atribuyó la responsabilidad al Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de la antigua guerrilla de las FARC, afirmando que se trató de una “reacción terrorista” a una ofensiva del Ejército en la región del Cañón del Micay, en el departamento del Cauca.
En un hecho relacionado, horas antes, un ataque con un dron contra un helicóptero de la Policía en Amalfi, Antioquia, dejó un saldo de ocho policías muertos y otros ocho heridos, también atribuido al EMC, liderado por Néstor Vera, alias ‘Iván Mordisco’.
Ambos ataques han intensificado las exigencias de diversos sectores de la sociedad colombiana al gobierno de Petro para que tome medidas contundentes contra los grupos armados ilegales, cuya violencia ha aumentado drásticamente en los últimos meses. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) advirtió que el conflicto armado colombiano ha alcanzado su punto más crítico desde el acuerdo de paz con las FARC en 2016, y se prevé que 2025 sea un año con las peores condiciones humanitarias de la última década.
La situación en Colombia es alarmante y refleja la urgencia de una solución que priorice el respeto a la vida y la dignidad de las personas, en un contexto donde la violencia y el conflicto siguen marcando la realidad del país.