El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, salió temporalmente este domingo de su prisión domiciliaria para realizarse un procedimiento médico ambulatorio, marcando su primera salida desde su condena a 27 años y 3 meses de cárcel por golpismo. Este evento se produce tres días después de que el Supremo Tribunal de Brasil dictara la sentencia que lo convierte en el primer expresidente brasileño condenado por intento de golpe de Estado.
Salida bajo estricta vigilancia
Bolsonaro fue escoltado por una caravana de la Policía Federal, partiendo hacia un hospital privado en Brasilia alrededor de las 8:00 horas. En su llegada, fue recibido por un grupo de seguidores, lo que resalta su aún considerable apoyo entre ciertos sectores de la población. El juez Alexandre de Moraes, encargado de su caso, otorgó el permiso para la salida bajo condiciones de custodia policial permanente, debido a temores de fuga.
El exmandatario se someterá a la extracción de dos lesiones cutáneas: un “nevo melanocítico en el torso”, que es un tipo de lunar benigno, y una “neoplasia de comportamiento incierto o desconocido”, que requiere de biopsia. Los médicos han catalogado el procedimiento como sencillo y ambulatorio.
Previas salidas médicas
Esta no es la primera vez que Bolsonaro deja su residencia bajo arresto. El 16 de agosto había salido previamente para realizarse una serie de exámenes médicos tras ser diagnosticado con síntomas de reflujo y hipo crónicos, secuelas de una puñalada que recibió en 2018 durante su campaña electoral.
La reciente condena de Bolsonaro, que se dictó por cuatro votos a uno, se basa en su papel como líder de un complot destinado a “perpetuarse en el poder” tras perder las elecciones de 2022 frente al actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva. Durante el juicio, la Corte Suprema también declaró culpables a otros siete implicados, incluidos exministros y altos mandos militares.
Con este panorama, la situación de Bolsonaro sigue generando un intenso debate en la política brasileña y en la región, dejando a muchos cuestionándose sobre el futuro del ultraderechista y su influencia en la política de Brasil.
