La australiana Erin Patterson ha sido condenada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por 33 años tras ser hallada culpable del asesinato de tres de sus familiares. La sentencia fue dictada este lunes en un tribunal de Australia, donde la mujer de 50 años no mostró señal alguna de emoción al escuchar su condena.
Detalles del crimen
Patterson fue declarada culpable de asesinar a Don y Gail Patterson, padres de su expareja, y a Heather Wilkinson, cuñada de Gail, al servirles un plato de solomillo Wellington que contenía hongos letales. Además, se le impuso una condena de 25 años por el intento de asesinato de Ian Wilkinson, esposo de Heather, aunque este logró sobrevivir.
El juez Christopher Beale subrayó durante la audiencia que la mujer había planeado meticulosamente el asesinato, invitando a sus víctimas a un almuerzo con la intención de matarlos. “Fue una invitación inusual y lo hizo con el propósito de acabar con sus vidas”, destacó Beale.
Falta de compasión y remordimiento
Durante el juicio, el juez Beale enfatizó la falta de compasión mostrada por Patterson, quien no colaboró para salvar a sus víctimas mientras estaban en el hospital. “Usted no mostró compasión por sus víctimas”, afirmó con firmeza. Además, el magistrado señaló que la condenada podría haber informado al personal médico sobre la recolección de los hongos, lo que podría haber cambiado el desenlace para los afectados.
La ausencia de remordimiento de Patterson ha sido notoria, lo que ha generado una gran indignación en la comunidad. Ian Wilkinson, el sobreviviente, ofreció a Erin el perdón que ella nunca aceptó, añadiendo que deseaba que la mujer se arrepintiera de sus actos. “Esa oferta de perdón le ofrece una oportunidad”, le dijo el juez, sugiriendo que sería beneficioso que ella lo aceptara.
Con esta condena, Erin Patterson no podrá solicitar libertad condicional hasta el año 2056, cuando tenga 83 años. Este caso ha conmocionado a la opinión pública en Australia, destacando la brutalidad del crimen y la insensibilidad de la acusada hacia sus propias víctimas.
