El 14 de agosto de 2023, el cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, realizó un acto conmovedor en el parque histórico de Monte Sole di Marzabotto, cerca de Bolonia, Italia, donde leyó los nombres de más de 12 mil niños fallecidos a causa del conflicto en Gaza, que comenzó el 7 de octubre de 2023.
Durante un maratónico evento que duró siete horas, Zuppi y miembros de su diócesis leyeron en voz alta un documento que contenía 469 páginas con los nombres y edades de las víctimas. La elección de Monte Sole como lugar para la vigilia no fue casual; este sitio es recordado por la masacre de 1944, donde casi 800 personas, incluidos niños, fueron asesinadas por tropas nazis.
Un tributo a la paz y la justicia
Al destacar la importancia de recordar este lugar, el cardenal subrayó que representa tanto el sufrimiento como la esperanza, y enfatizó la necesidad de un compromiso constante por la paz y la justicia. “Cada nombre es una petición a Dios para que su muerte inspire acciones de paz y no de violencia”, enfatizó Zuppi, al rendir homenaje a las víctimas.
El evento también se da en un contexto de creciente tensión en el Medio Oriente, donde la Iglesia católica ha mantenido una postura firme contra la violencia. Recientemente, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció que en la próxima Asamblea General de la ONU se oficializará el reconocimiento de Palestina como Estado.
La situación humanitaria en Gaza
La situación en Gaza ha sido devastadora desde el inicio del conflicto. Según datos del Ministerio de Salud, más de 12 mil niños palestinos han perdido la vida debido a los constantes bombardeos y enfrentamientos. La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (CIF) indica que toda la población de la Franja de Gaza enfrenta niveles críticos de inseguridad alimentaria.
Las organizaciones han denunciado que las restricciones impuestas por Israel al acceso humanitario están causando muertes evitables, tanto por inanición como por enfermedades prevenibles. La comunidad internacional observa con preocupación la grave situación, mientras el cardenal Gabriel Romanelli, párroco de la única iglesia católica en Gaza, ha denunciado los bombardeos y el miedo que se vive entre los civiles.
Este contexto se agrava tras el ataque del 17 de julio a la iglesia de la Sagrada Familia en Gaza, donde al menos dos personas murieron y el párroco resultó herido. El ejército israelí alegó que se trató de un error, aunque el cardenal Pierbattista Pizzaballa cuestionó dicha explicación, asegurando que el impacto fue directo.
El Papa León XIV también ha expresado su tristeza por las pérdidas humanas, haciendo un llamado por un alto al fuego inmediato. La realidad es que la vigilia de Zuppi no solo fue un acto simbólico, sino una respuesta a la urgente necesidad de paz y reconciliación en una región marcada por el sufrimiento.
