En una reciente rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, se refirió al presidente colombiano Gustavo Petro de manera despectiva, llamándolo “desquiciado”. Este comentario surge en medio de crecientes tensiones entre Estados Unidos y Colombia.
El 23 de octubre de 2025, Leavitt fue cuestionada sobre las acciones de Petro y la posibilidad de una reducción en las tensiones entre ambas naciones. La funcionaria enfatizó que el presidente estadounidense, Donald Trump, no ha observado ningún gesto por parte de su homólogo colombiano que indique un deseo de disminuir estas tensiones. “No creo que estemos viendo una desescalada por parte del desquiciado líder de Colombia en este momento”, afirmó Leavitt. “Francamente, no creo que al presidente le interese eso en este momento”, añadió.
Este intercambio verbal pone de manifiesto las serias diferencias que existen actualmente entre las dos administraciones, lo que podría complicar futuras relaciones diplomáticas. La crítica de Leavitt se suma a un contexto ya tenso, donde las posiciones de ambos mandatarios parecen estar cada vez más distanciadas.
Las declaraciones de la portavoz reflejan un ambiente de creciente desconfianza y la falta de diálogo efectivo, lo que podría tener repercusiones en la cooperación bilateral en varios temas, incluyendo el narcotráfico y la seguridad regional.
La situación actual entre Estados Unidos y Colombia requiere atención, ya que el desacuerdo puede afectar no solo las relaciones diplomáticas, sino también la estabilidad en la región. La falta de un acercamiento por parte de Petro puede resultar en un aislamiento mayor para su administración, así como en un endurecimiento de la postura estadounidense hacia Colombia.






























































