La administración de Donald Trump ha confirmado un incremento en las operaciones migratorias en Chicago, la tercera ciudad más grande de Estados Unidos, a través de una declaración de la Secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kristi Noem. Este anuncio se produce en medio de las críticas del presidente hacia el liderazgo demócrata de Illinois.
Según Noem, ya se están llevando a cabo operaciones con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Chicago, pero ahora se tiene la intención de agregar más recursos a estas acciones. La funcionaria mencionó en una entrevista con CBS News que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) solicitó apoyo logístico limitado a la Estación Naval de los Grandes Lagos, ubicada a aproximadamente 56 kilómetros al norte de la ciudad, para respaldar las operaciones que se planean.
El contexto político en Illinois
El anuncio de Noem coincide con una crítica abierta de Trump al gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, a quien advirtió que debe resolver rápidamente los problemas de delincuencia en Chicago “o iremos”. Esta afirmación resalta la tensión entre la administración federal y el liderazgo estatal, en un contexto donde la seguridad y la migración son temas centrales en la agenda política.
La medida también se produce después de que la administración Trump desplegara tropas de la Guardia Nacional en Washington D.C. para abordar problemas de delincuencia y migración, así como en Los Ángeles hace solo un par de meses. Sin embargo, Noem no ofreció detalles sobre el número exacto de agentes federales que se enviarán a Chicago, dejando a la comunidad y a los medios en un estado de incertidumbre.
Es evidente que la administración busca intensificar sus esfuerzos en una ciudad que ha sido objeto de múltiples debates sobre la seguridad pública y la inmigración. Estos operativos no solo impactan a los migrantes, sino que también generan una gran preocupación entre los residentes locales sobre la militarización de la seguridad en sus comunidades.
Al final, el futuro de estas operaciones y su efecto en la vida cotidiana de los habitantes de Chicago queda por verse, pero la realidad es que la administración Trump sigue firme en su enfoque de endurecer las políticas migratorias en el país.