La decisión de cerrar el Estadio Ciudad de los Deportes para el partido entre América y Pachuca ha dejado a la afición con un profundo descontento. Este cierre, que se ejecutó el 29 de agosto de 2025, provocó que el encuentro se disputara a puerta cerrada debido a un conflicto de seguridad, lo que dejó fuera a miles de aficionados que ya tenían boletos y esperaban con ansias apoyar a su equipo.
Con el Clásico Nacional programado para el 13 de septiembre entre América y Chivas, la incertidumbre se cierne sobre este evento emblemático del fútbol mexicano. La alcaldía Benito Juárez ha convocado a una mesa de trabajo para revisar los protocolos de seguridad, pero hasta ahora no hay claridad acerca de si el partido se jugará con afición.
Un golpe a la pasión futbolera
La afición, decepcionada y frustrada, no solo ha perdido la oportunidad de ver a su equipo en acción, sino que también siente que su pasión ha sido castigada por decisiones ajenas al deporte. En una reciente conferencia, el técnico André Jardine expresó su tristeza al ver un estadio vacío: “Estamos contando los días para contar con la gente, la ausencia de la afición se siente.”
La tensión entre la alcaldía Benito Juárez y el Club América ha escalado. Mientras el alcalde Luis Mendoza Acevedo defiende la clausura como una medida de seguridad, el club y la Liga MX critican la decisión y la consideran “arbitraria”. Esta situación genera un impacto emocional significativo en los seguidores, quienes ven en riesgo la celebración de uno de los partidos más importantes del calendario futbolístico mexicano.
El futuro del fútbol en riesgo
La historia reciente del Estadio Ciudad de los Deportes ya había registrado cierres en 2024, lo que refuerza la percepción de que el fútbol en esta sede siempre estará en riesgo. La posibilidad de un Clásico Nacional sin público no solo es un golpe al corazón de los aficionados, sino que también pone en jaque la esencia del fútbol, que siempre ha sido una fiesta de comunidad.
Las promesas de compensaciones por parte del América no logran mitigar el dolor de los aficionados, quienes anhelan vivir la emoción de estar en las gradas. “No hay reembolso que sustituya la emoción de estar en el estadio”, enfatizan los seguidores, que viven un momento de profunda tristeza.
Sin acuerdos claros entre las autoridades y el club, el futuro del fútbol en Benito Juárez se ve incierto. Los aficionados están a la espera de noticias positivas, deseando que el Clásico Nacional no se convierta en otro evento perdido para las gradas y la pasión del fútbol mexicano.
