La Organización de Naciones Unidas (ONU) anunció ayer un hecho alarmante: se ha confirmado oficialmente una hambruna en la región de Medio Oriente, marcando la primera vez que se reconoce esta situación en la zona y la quinta en el mundo desde 2011. Esta declaración proviene del sistema de Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria en Fases (IPC) del Fondo para la Alimentación y la Agricultura (FAO), lo que subraya la gravedad de la crisis alimentaria en Gaza.
Detalles del Informe del IPC
El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, reaccionó afirmando que “se modifican los criterios para favorecer la narrativa de Hamas”, mientras que el IPC defendió la validez de las normas aplicadas en su evaluación. El estudio reveló que aproximadamente el 15% de los menores en Gaza presentan un diámetro de brazo que indica inanición extrema, además de criticar a las autoridades de Tel Aviv por utilizar parámetros erróneos.
Según el informe, una hambruna se declara formalmente cuando se cumplen tres criterios: al menos el 20% de los hogares enfrenta escasez extrema de alimentos, el 30% de los infantes sufre desnutrición aguda y, por último, al menos dos adultos o cuatro niños por cada 10,000 habitantes mueren diariamente por hambre o una combinación de desnutrición y enfermedad. Para finales de septiembre, se estima que más de 640,000 personas en Gaza se enfrentarán a niveles catastróficos de inseguridad alimentaria, clasificados como nivel 5 (grave).
Impacto en la Población y Contexto Global
El IPC también proyectó que otros 1.14 millones de personas estarán en la etapa 4 (emergencia) y 396,000 más en la fase 3 (crisis). Para contextualizar, las clasificaciones que anteceden a la cinco son fase de emergencia (4), crisis (3), inseguridad alimentaria en tensión (2), y la fase uno, que indica una situación de inseguridad alimentaria mínima o inexistente.
Es relevante señalar que esta es la quinta ocasión en los últimos 14 años que el IPC determina la existencia de una hambruna. Esta herramienta fue creada en 2004, con la participación de 21 grupos humanitarios, organismos de la ONU y organizaciones regionales, financiadas por la Unión Europea, Reino Unido y Canadá.
Antes de este anuncio, el informe sobre seguridad alimentaria ya había documentado hambrunas en Somalia en 2011, Sudán del Sur en 2017 y 2020, así como en Sudán en 2024. El IPC enfatizó que no declara la hambruna, sino que proporciona análisis para que los gobiernos y otras instituciones tomen acción.
Este escenario crítico en el corazón de Medio Oriente debe llamar a la reflexión sobre la urgencia de acciones humanitarias efectivas para aliviar el sufrimiento de la población afectada, cuya situación se deteriora día a día.