La ausencia de Julio César Chávez Jr. en una audiencia judicial en Los Ángeles ha generado un nuevo capítulo en su ya complicado entramado legal. El hijo del icónico boxeador mexicano no se presentó en el Tribunal Superior de Los Ángeles el pasado lunes, lo que ha levantado múltiples interrogantes sobre su paradero. Su abogado, Michael A. Goldstein, confesó ignorar dónde se encuentra su cliente, quien hasta hace poco estaba bajo custodia del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en Texas.
Chávez Jr. fue arrestado el 2 de julio en Studio City, California, por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), tras descubrirse que había excedido el tiempo permitido por su visa de turista, vencida en febrero de 2024. Además, enfrenta acusaciones de inconsistencias en su solicitud de residencia permanente. Según la subsecretaria Tricia McLaughlin, el boxeador es considerado una “grave amenaza para la seguridad pública” y está vinculado con el Cártel de Sinaloa.
El 7 de julio estaba previsto revisar su solicitud de libertad anticipada en relación con un caso de posesión de armas de fuego ocurrido en enero de 2024. En esa ocasión, el tribunal le permitió iniciar un programa de rehabilitación en lugar de enfrentar juicio. Sin embargo, su incomparecencia obligó a la jueza Neetu S. Badhan-Smith a reprogramar la audiencia para el 21 de agosto.
Complicaciones legales en ambos lados de la frontera
Paralelamente, en México, la Fiscalía General de la República (FGR) mantiene una orden de aprehensión contra Chávez Jr. desde marzo de 2023, parte de una investigación por delincuencia organizada vinculada al Cártel de Sinaloa. El fiscal general Alejandro Gertz Manero criticó que Estados Unidos permitió su ingreso en 2023 a pesar de la orden existente, señalando que “entró con una visa de turista que le aceptaron”.
El boxeador ha presentado cinco amparos en México para evitar ser detenido en caso de deportación. La FGR lo acusa de colaborar con miembros del cártel, incluyendo a Néstor Isidro Pérez Salas, alias “El Nini”. Documentos judiciales sugieren que Chávez Jr. actuaba como “ajustador de cuentas” dentro de la organización, golpeando a quienes “El Nini” quería castigar.
Este no es el primer encuentro de Chávez Jr. con la ley. En 2012 fue arrestado por conducir en estado de ebriedad y sin licencia, y en enero de 2024 fue detenido por posesión ilegal de armas de asalto en Los Ángeles. Tras su última detención, el ICE inició un proceso de deportación acelerada por violaciones migratorias y riesgos para la seguridad nacional.
El futuro incierto de Chávez Jr.
La nueva fecha establecida para la audiencia en Los Ángeles, el 21 de agosto, será crucial. Se revisará si Chávez Jr. ha cumplido con el programa de rehabilitación y su solicitud de libertad anticipada. Su presencia es esencial para determinar si el proceso en EE. UU. continúa o se interrumpe por una posible deportación a México.
Mientras tanto, su paradero sigue siendo un misterio. Fuentes oficiales sugieren que su regreso a México podría ser inminente, incluso antes de que se resuelva su situación legal en Estados Unidos. La atención mediática y pública se centra ahora en los próximos movimientos de Chávez Jr., cuyo destino legal permanece colgado de un hilo.