El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estuvo presente el domingo 21 de septiembre de 2025 en el funeral de Charlie Kirk, donde lo describió como el “mayor evangelista por la libertad”. Durante su intervención, Trump expresó que este homenaje tenía como objetivo “celebrar la vida de un gran hombre”, y destacó que para los republicanos sería “un día muy duro”.
El funeral se llevó a cabo en el estadio State Farm de Glendale, Arizona, y se estima que al menos 63 mil personas asistieron, muchas de ellas vestidas de rojo y blanco. En su discurso, Donald Trump calificó a Kirk de “héroe estadounidense” y “mártir”, subrayando su importancia en su victoria electoral de 2024.
Trump enfatizó que la memoria de Charlie Kirk permanecerá viva y lo consideró un “mártir por las libertades estadounidenses”, además de un fiel cristiano y seguidor de Jesucristo. En un momento emocional, invitó a Erika Kirk, la viuda de Charlie, al escenario para abrazarla.
Junto a Trump, el magnate Elon Musk también estuvo presente en el evento, donde miles de asistentes mostraron pancartas y imágenes en honor a Kirk, quien fue calificado por muchos como un “mártir de la verdad” y un “mártir de Cristo” tras su trágica muerte.
Las medidas de seguridad en el funeral fueron estrictas, y Trump se ubicó en uno de los palcos del estadio, protegido detrás de un cristal antibalas, dado que este evento fue considerado como un “evento de Estado”. Durante la ceremonia, se proyectaron imágenes de Kirk antes de su fallecimiento, lo que provocó un grito unánime de justicia por parte de los asistentes.
El subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, afirmó que el legado de Charlie Kirk “seguirá vivo” a pesar de su asesinato, resaltando la determinación que mostró en vida.
