CIUDAD DEL VATICANO.- Este 7 de septiembre de 2025, el Papa León XIV canonizó a Carlo Acutis en una ceremonia repleta de devoción en la Plaza de San Pedro, donde miles de fieles se congregaron para celebrar a este joven que, a los 15 años, dejó una huella imborrable en la historia contemporánea de la Iglesia. Acutis, conocido como el “patrón de Internet”, se convierte en el primer santo milenial, gracias a su pasión por utilizar la tecnología para difundir la fe cristiana.
Junto a Acutis, también fue proclamado santo Pier Giorgio Frassati, un joven italiano que, al igual que Carlo, dedicó su vida a ayudar a los demás. Durante la ceremonia, el prefecto del dicasterio para la Causa de todos los Santos leyó las biografías de ambos beatos, solicitando que sus nombres sean inscritos en el libro de los santos. Al finalizar la lectura de la fórmula de canonización en latín, un fuerte aplauso resonó en la plaza, reflejando la alegría de los presentes.
Una ceremonia marcada por la juventud y la fe
La ceremonia atrajo a peregrinos de diversas partes del mundo, entre ellos muchos jóvenes que llevaban estampitas con la imagen de Acutis. También estuvo presente el presidente italiano Sergio Mattarella, quien acompañó a la familia de Carlo, que incluía a sus padres y hermanos. La madre de Carlo, Antonia Salzano, tuvo el honor de llevar al altar el relicario que contenía un fragmento del corazón de su hijo, simbolizando su entrega y devoción.
Carlo Acutis, nacido el 3 de mayo de 1991 en Londres, se trasladó posteriormente a Milán, donde su vida religiosa comenzó a florecer desde temprana edad. Destacaba por su frase: “La Eucaristía es mi camino al Cielo”, frase que refleja su profunda fe y compromiso con la Iglesia. Desde los siete años, comenzó a involucrarse en actividades religiosas, creando sitios web y promoviendo la oración del Rosario, mostrando su talento técnico al servicio de su fe.
Milagros que sellaron su canonización
El camino hacia la canonización de Acutis estuvo marcado por dos milagros reconocidos oficialmente. El primero ocurrió en Campo Grande, Brasil, donde un niño nacido en 2010 con una malformación congénita del páncreas se curó inexplicablemente en 2013. El segundo milagro involucró a una mujer de Costa Rica que pidió la intercesión de Acutis para la recuperación de su hija, quien sufrió un grave traumatismo craneal. Esta joven, tras la oración en la tumba de Acutis, comenzó a respirar por sí sola ese mismo día.
La figura de Carlo Acutis, conservada en la Iglesia de la Spogliazione en Asís, es ahora un símbolo de esperanza y fe para muchos. Su beatificación el 10 de octubre de 2020 y su canonización hoy representan un hito significativo no solo para los jóvenes católicos, sino para todos aquellos que creen en el poder de la fe en la era digital. Con su legado, Acutis deja claro que la espiritualidad y la tecnología pueden coexistir y ser una fuerza poderosa para el bien.