España enfrenta una crisis ambiental sin precedentes, con un total de 411,315 hectáreas arrasadas por incendios forestales en lo que va de 2025, marcando la peor ola de incendios registrada en este siglo. Esta cifra es casi 10 veces mayor que la superficie quemada en 2024, que alcanzó solo 42,615 hectáreas.
Incendios en crecimiento alarmante
Según la última actualización del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS), dependiente del programa Copernicus de la Unión Europea, este año se han contabilizado al menos 252 incendios en diversas regiones del país, especialmente en el norte y oeste. Este aumento no solo se refleja en la cantidad de hectáreas quemadas, sino también en el número de grandes incendios forestales (GIF), aquellos que superan las 500 hectáreas de superficie afectada.
El territorio devastado en 2025 también supera los números de 2023, cuando se quemaron 91,220 hectáreas en 371 incendios, y se aleja de las cifras de 2022, que hasta ahora había sido considerado el peor año con 306,555 hectáreas afectadas en 493 incendios.
Situación actual y respuesta de las autoridades
En la actualidad, Protección Civil informa que hay 14 incendios activos en el país, concentrándose principalmente en la provincia de León. Este aumento en la actividad incendiaria ha generado una creciente preocupación entre la población y las autoridades, quienes están intensificando sus esfuerzos para contener el fuego y mitigar sus efectos.
La realidad es que el cambio climático y las condiciones meteorológicas extremas están exacerbando la situación, poniendo en riesgo no solo el ecosistema, sino también la vida y los medios de subsistencia de miles de personas en las áreas afectadas. Con esta alarmante tendencia, España se enfrenta a un reto mayúsculo que requiere acción inmediata y efectiva.