Anoche, al menos seis personas resultaron heridas debido a la explosión de un artefacto que causó el descarrilamiento de cinco vagones del Jaffar Express en el suroeste de Pakistán. Este tren, que había sido secuestrado en marzo por insurgentes baluchis, realizaba su recorrido de Peshawar a Quetta cuando ocurrió el incidente.
El evento tuvo lugar alrededor de las 19:00 horas (14:00 GMT) del martes, cuando el tren, que transportaba más de 270 pasajeros, fue alcanzado por una explosión potente. Según información de Sana Ullah, agente de la Fuerza Levies, uno de los vagones volcó completamente tras el impacto.
Las autoridades informaron que seis pasajeros resultaron heridos, pero hasta el momento no se han realizado arrestos relacionados con el ataque. Ningún grupo ha reivindicado la responsabilidad por la explosión hasta el momento.
Las autoridades paquistaníes están trabajando en la reparación de las vías de tren dañadas por la detonación y esperan que el servicio se reanude pronto. Además, Alam Khan, funcionario del control ferroviario de Quetta, indicó que por la mañana se había registrado otra explosión cerca de la vía principal del Jaffar Express mientras este se dirigía hacia Peshawar. Aunque el tren se detuvo brevemente, pudo continuar su viaje sin más incidentes.
El ataque a trenes de pasajeros y vías ferroviarias es un fenómeno habitual en la provincia de Baluchistán, que limita con Afganistán e Irán. Desde agosto, se han registrado al menos cinco incidentes similares en la región. En marzo, miembros del Ejército de Liberación Baluchi (BLA) llevaron a cabo un ataque que resultó en el secuestro del Jaffar Express, capturando a más de 400 pasajeros. Las fuerzas de seguridad respondieron a la situación, resultando en la muerte de 33 insurgentes, así como de 18 militares, tres empleados del ferrocarril, cinco agentes de seguridad y cinco civiles durante la operación de rescate.