La población de Gaza ha recibido con una mezcla de esperanza y tristeza el anuncio de un alto el fuego, que se espera entre en vigor 24 horas después de que el Gobierno de Israel firme el acuerdo. Organizaciones humanitarias han confirmado que hay 170 mil toneladas de suministros listas para ser enviadas a la región, que ha sufrido intensos ataques en los últimos tiempos.
Nasser Al-Najjar, un desplazado de la parte norte de la Franja, expresó: “Es una buena sensación. Alabado sea Dios, estamos muy contentos por el anuncio del alto el fuego y el fin del genocidio, la matanza, el desplazamiento y la destrucción. Pero todavía falta algo: hemos perdido tantas víctimas, muertos y heridos, y pagamos un alto precio. Esperamos un futuro mejor y que la paz prevalezca para todos”.
La expectativa es que este acuerdo permita un respiro tras años de sufrimiento y la posibilidad de regresar a una vida más normal. Taysir Jneid, también desplazado, comentó: “Mis sentimientos ahora son los mismos que los de todos los palestinos: por fin podemos sentirnos seguros y protegidos tras dos años de destrucción y derramamiento de sangre de niños y adultos”.
Umm Ayman Abdullah, quien proviene del norte de Gaza, señaló que la situación sigue siendo crítica: “Gracias a Dios, estamos contentos con el alto el fuego. Pero la vida sigue siendo muy difícil para nosotros, sobre todo porque venimos del norte; allí todo está destruido. Hemos perdido a nuestros hijos y nuestras casas. Ahora pedimos tiendas y suministros de emergencia”.
Mariam Al-Ghoula, una anciana que reside en un campamento en el centro de Gaza, manifestó: “Estoy feliz y triste a la vez; feliz porque hay un alto el fuego y es posible que podamos regresar a nuestros hogares, pero triste por los que perdimos, nuestros hijos que permanecen enterrados bajo los escombros”.
En una reciente conferencia de prensa, el portavoz del Secretario General de la ONU, Stéphane Dujarric, informó que se ha obtenido la autorización de las fuerzas israelíes para el envío de 170 mil toneladas métricas de alimentos, suministros sanitarios y otros artículos esenciales. Estos suministros ya están en la región, principalmente en Israel, y se preparan para ser enviados a Gaza.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha indicado que el plan de respuesta inicial para los primeros 60 días del alto el fuego prioriza la restauración de las distribuciones y servicios a nivel comunitario. Se busca fortalecer el apoyo a la producción local de alimentos y restablecer servicios de salud esenciales, entre otros.
Según el acuerdo, las tropas israelíes deberán replegarse, reduciendo su control de más del 80% a un 53% del territorio. A su vez, Hamás tendrá un plazo de 72 horas para comenzar la liberación de rehenes al Comité de la Cruz Roja. Sin embargo, a pesar del anuncio del alto el fuego, el Ejército israelí ha continuado sus ataques, resultando en la muerte de al menos 20 palestinos en las últimas horas.