Atenas, Grecia.- La alarmante baja tasa de natalidad en Europa ha llevado a que más de 700 escuelas y planteles de educación preescolar en Grecia no abrirán sus puertas durante el nuevo año escolar, según informes del Ministerio de Educación. Este fenómeno, que se ha intensificado en los últimos años, refleja una crisis demográfica que afecta a la educación en el país helénico.
Impacto en la educación
En total, más de 4,500 escuelas y guarderías han cerrado sus puertas en Grecia en los últimos seis años, y de las casi 13,500 unidades escolares operativas el año pasado, 714 no podrán abrir este ciclo escolar debido a la falta de alumnos. Este descenso es particularmente notable en las escuelas primarias, donde se han matriculado aproximadamente 111,000 alumnos menos que en 2018.
“El problema demográfico es aterrador, ya que lo experimentamos año tras año”, comentó Jristos Tsiamalos, experto de la Secretaría General de Educación Primaria, Secundaria y Especial del Ministerio de Educación. Según Tsiamalos, cada año se pierde, en promedio, una clase entera de alumnos en cada escuela primaria, lo que pronto comenzará a impactar también a la educación secundaria.
Factores detrás del descenso poblacional
Grecia se enfrenta a una de las tasas de fecundidad más bajas de la Unión Europea, con solo 1.3 nacimientos por mujer, muy por debajo del nivel de reemplazo de 2.1. Esta realidad ha resultado en una disminución natural de la población, con más muertes que nacimientos cada año. Según el informe ‘Perspectivas de la Población Mundial’, publicado en 2024 por la ONU, la población de Grecia podría caer un 15 por ciento hacia 2050, alcanzando los 8.8 millones de habitantes.
Los expertos indican que la caída en el número de nacimientos no solo se debe al estilo de vida moderno, sino también a la inseguridad económica que enfrenta la mayoría de los griegos y la falta de políticas sociales que brinden apoyo a las familias. La crisis económica que atravesó Grecia entre 2008 y 2018 también provocó un éxodo masivo de jóvenes en busca de mejores oportunidades en el extranjero, lo que ha reducido aún más el número de personas en edad fértil.
Según la legislación griega, una escuela “se suspende” si no puede reunir al menos 15 estudiantes. Si después de tres años no logra alcanzar este número mínimo, el centro se cierra de forma permanente. Esta situación revela un panorama preocupante para el futuro educativo del país, donde la falta de niños en las aulas podría tener repercusiones a largo plazo en la sociedad griega.
“Cada año se pierde una clase entera de alumnos en cada escuela primaria”, Jristos Tsiamalos.