Greta Thunberg, reconocida activista sueca, fue liberada después de ser encarcelada en Israel. En su primera aparición ante los medios, acusó a los gobiernos de contribuir al genocidio que enfrenta el pueblo palestino en Gaza. Thunberg participó en la Sumud Flotilla, un esfuerzo por llevar ayuda humanitaria a la región, que sufre un bloqueo severo de alimentos y recursos.
En su declaración, Thunberg enfatizó que “los llamados líderes, que se supone que me representan, continúan alimentando el genocidio, la muerte y la destrucción”. La activista expresó su indignación, afirmando que la existencia de su misión humanitaria es una “vergüenza”.
Thunberg mencionó que, aunque podría hablar extensamente sobre los abusos sufridos durante su encarcelamiento, su enfoque principal debe ser la situación en Gaza. “Lo que ocurrió aquí es que Israel, mientras sigue intensificando su genocidio y la destrucción masiva con la intención de borrar a una población entera, violó nuevamente las leyes internacionales al impedir que llegara ayuda humanitaria”, declaró.
La activista también hizo un llamado urgente, afirmando que no solo se necesita que la ayuda humanitaria ingrese a Gaza, sino que se debe poner fin al bloqueo, la ocupación y la opresión que sufre la población palestina.
Según fuentes en la Franja de Gaza, controlada por el movimiento Hamas, el número de palestinos fallecidos a causa de la ofensiva israelí ha superado los 67,100 desde el comienzo de la crisis, cifra que podría ser incluso mayor según algunos estudios.
Thunberg concluyó su discurso recordando la gravedad de la situación y la necesidad de una respuesta internacional más efectiva para abordar la crisis humanitaria en Gaza.