En un giro dramático de la situación, el grupo islamista Hamás ha intensificado su guerra psicológica contra Israel al hacer pública una imagen que muestra a 46 rehenes en su poder. Esta acción se produce justo antes de que el Ejército israelí inicie una operación terrestre en Gaza.
La imagen, que ha capturado la atención de los medios, presenta los rostros de los cautivos, la mayoría de los cuales son israelíes, junto a dos ciudadanos estadounidenses y un nepalí. En el centro de la imagen resalta la fotografía de Ron Arad, un piloto israelí que fue capturado en Líbano en 1986 y cuyo paradero sigue siendo un misterio, habiendo sido declarado “muerto en combate” en 2016.
Hamás publicó la imagen con un mensaje claro: “Debido a la negativa de Netanyahu y Zamir, una imagen de despedida mientras la operación militar en la ciudad de Gaza comienza.” Este aviso se da tras declaraciones de las Brigadas Al Qasam, el brazo armado del grupo, que alertaron sobre el grave peligro que corren los rehenes ante la inminente ofensiva.
En un comunicado en su canal de Telegram, Hamás indicó que los rehenes están dispersos en varios barrios de Gaza y que no se preocuparán por sus vidas “mientras Netanyahu esté decidido a matarlos”. Este mensaje alude de manera directa al caso de Ron Arad, sugiriendo un sombrío destino para los rehenes.
El inicio de esta operación militar ha generado confusión sobre el número exacto de rehenes. De los 48 inicialmente capturados, se cree que 46 son los que aparecen en la imagen. Mientras que Israel estima que alrededor de 20 podrían seguir con vida, el presidente estadounidense Donald Trump ha generado incertidumbre al afirmar que “probablemente menos de 20” estén vivos y que “32 están muertos, tal vez 38”.
Con esta escalada mediática, Hamás busca desmoralizar a la población israelí y presionar al gobierno de Netanyahu para que detenga su avance en Gaza. La situación vuelve a poner la vida de los cautivos en el centro de una delicada y peligrosa negociación internacional.
