Un insólito incidente ocurrió el pasado 15 de septiembre de 2025 en un cine de Arizona, cuando un hombre, identificado como Limil Hull, fue acusado de orinar sobre un niño durante la función de la película Demon Slayer. La situación escaló rápidamente, causando una reacción violenta de los asistentes que se encontraban en la sala.
Detalles del incidente
Según informes de la policía de Surprise, alrededor de las 23:00 horas, Hull se levantó de su asiento, bajó la cremallera y comenzó a orinar en la sala, ignorando el impacto de su acción. Testigos del evento, quienes grabaron el momento, afirmaron que tras el acto, el hombre volvió a sentarse “como si nada hubiera pasado”, desatando la indignación de los presentes.
Los asistentes no tardaron en reaccionar; lo sacaron de su asiento y lo golpearon, dejándolo incapacitado para mantenerse en pie. Este desenlace fue ampliamente compartido en redes sociales, donde el comentarista Ian Miles Cheong hizo eco del suceso, generando una ola de comentarios y reacciones virales.
Cargos y respuesta oficial
Las autoridades policiales confirmaron que Hull enfrenta varios cargos, incluyendo exposición indecente y conducta desordenada. Después de su audiencia inicial, fue liberado bajo palabra sin necesidad de pagar fianza, aunque el caso permanece abierto y se solicita la colaboración de otros testigos para aportar información al respecto.
La versión oficial de los hechos no ha podido corroborar que Hull orinara directamente sobre el menor, ni que la violencia ejercida por los asistentes haya sido tan extrema como se había difundido en redes. No obstante, se documentó la molestia generalizada y la confrontación inmediata que tuvo lugar después del incidente.
Por su parte, la cadena de cines AMC actuó rápidamente para manejar la crisis. Tras el disturbio, ofrecieron reembolsos a los asistentes, reubicaron a los espectadores en otra sala y reanudaron la película, además de proporcionar snacks gratis como compensación por la incomodidad vivida. Esta respuesta fue elogiada por varios presentes, quienes reconocieron la efectividad de la gestión de crisis por parte del cine.
Este incidente no solo ha generado un debate sobre el comportamiento en espacios públicos, sino que también destaca la importancia de la responsabilidad individual en la convivencia social. Sin duda, este tipo de sucesos invitan a reflexionar sobre el respeto y las normas dentro de los espacios de entretenimiento.
