Hong Kong ha emitido una alerta máxima debido a la inminente llegada del tifón Ragasa. Este fenómeno meteorológico ha causado la muerte de al menos 14 personas en Taiwán a su paso por la isla.
Las autoridades de Hong Kong están tomando precauciones para mitigar los efectos de la tormenta, que se prevé que traiga fuertes lluvias y vientos intensos. Las medidas incluyen la suspensión de actividades al aire libre y la preparación de refugios para las personas que puedan verse afectadas.
El tifón Ragasa ha sido clasificado como un supertifón, lo que significa que sus vientos han alcanzado velocidades devastadoras. La situación en Taiwán ha sido crítica, con daños significativos a la infraestructura y la interrupción de servicios esenciales.
Expertos advierten que las condiciones climáticas adversas podrían prolongarse, lo que representa un riesgo adicional para la población. Las autoridades de protección civil están en alerta y han instado a los residentes a seguir las instrucciones de seguridad.
La experiencia de Taiwán con tifones ha llevado a un sistema de respuesta rápido, pero cada evento trae consigo nuevos desafíos. La comunidad internacional observa con atención la evolución de esta tormenta y su impacto en la región.