Durante un cercano encuentro en la Escuela de Formación por la Paz y la Democracia, la joven estudiante de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma del Estado de México no dudó en confrontar al senador Gerardo Fernández Noronha por sus actitudes misóginas y su discurso de austeridad, que muchos consideran falso.
Un choque directo sobre misoginia
La discusión se volvió viral en cuestión de horas, dividiendo opiniones en redes sociales. La estudiante cuestionó a Noronha al recordarle un comentario despectivo que hizo hacia la senadora Lily Téllez en el Senado, donde le dijo: “tú no estás para debatir, tú estás para lavar trastes”. “¿Dónde queda la congruencia que usted dice tener?” preguntó la joven, desafiando la ética del político.
Noronha, en su defensa, pidió a la estudiante que precisara de dónde había obtenido esa frase, argumentando que era un comentario correcto pedir claridad en las acusaciones. Sin embargo, el diálogo no terminó ahí.
La contradicción de la austeridad
En un giro más crítico, la estudiante también cuestionó la reciente compra de una casa por parte de Noronha en Tepoztlán, valuada en 12 millones de pesos. “Nadie está en contra de los gastos que usted tiene, pero me pregunto: ¿dónde queda lo que tanto habla su partido sobre la austeridad?”, señaló, refiriéndose a las promesas de austeridad de su partido y de sus líderes, Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum.
La respuesta de Noronha fue igualmente desafiante. Defendió su derecho a no ser austero, alegando que eran las políticas públicas las que debían ser austeras. Además, criticó al dirigente del PRI, Alejandro Moreno, por tener propiedades de gran valor sin que eso genere críticas similares.
Este encuentro entre la estudiante y el senador no solo pone de relieve la creciente tensión en la política mexicana, sino que también refleja un cambio en la forma en que los jóvenes se involucran y exigen rendición de cuentas a sus representantes.
Sin duda, el debate sobre la misoginia y la autenticidad en el discurso político continuará resonando en la opinión pública, mientras más voces se sumen a la demanda de un verdadero respeto a la equidad de género y coherencia en las políticas de austeridad.