El salvadoreño Kilmar Abrego García fue liberado este viernes de una prisión en Tennessee, aunque aún enfrenta dos procesos legales que podrían definir su futuro. Abrego García, quien pasó casi tres meses detenido en una cárcel de El Salvador tras ser deportado “por error”, ha regresado a Estados Unidos donde se le acusa de tráfico de personas y se encuentra en un proceso de deportación.
Un caso enredado en el sistema judicial
Su abogado defensor, Sean Hecker, anunció la liberación de Abrego García, quien había sido trasladado a Nashville para enfrentar cargos relacionados con la presunta transportación de migrantes dentro del país. “Hoy, Kilmar Abrego García es un hombre libre”, declaró Hecker en un comunicado.
La historia de Abrego García se complica aún más debido a la decisión del gobierno del presidente Donald Trump, que lo deportó en marzo de 2020, a pesar de que un juez de migración le había permitido permanecer en el país mientras revisaba su caso. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, se refirió a Abrego como “un monstruo”, generando una fuerte controversia en torno a su liberación.
Reacciones y alegaciones de persecución
Noem ha afirmado que existen pruebas para acusar penalmente a Abrego García, quien, según ella, tiene un “historial” manchado por actividades delictivas. En una conferencia de prensa, Noem describió al salvadoreño como “un ser humano horrible” y subrayó la importancia de la seguridad ciudadana.
Ante estas afirmaciones, los abogados de Abrego han argumentado que se trata de una persecución por parte del Departamento de Justicia. Esta semana, solicitaron a la corte de Tennessee desestimar la acusación de tráfico de indocumentados, alegando que el caso es el resultado de una campaña por parte del gobierno para castigar a su cliente por defenderse en lugar de aceptar injusticias.
Además, el juez Waverly Crenshaw ha tenido que intervenir, ordenando al gobierno de Trump moderar sus comentarios sobre Abrego para garantizar un juicio justo. Los abogados de Abrego han señalado que los comentarios incendiarios de Noem podrían influir negativamente en el jurado.
Abrego ha residido en Maryland por más de una década con su esposa e hijos, y su defensa también ha luchado contra las intentonas de deportación, a pesar de contar con un permiso de trabajo válido hasta 2029. La administración Trump ha intentado vincularlo con la pandilla MS-13, a pesar de no haber sido acusado de delitos en Estados Unidos hasta el momento.
El caso de Kilmar Abrego ha generado un debate intenso entre defensores de derechos humanos y críticos de la administración Trump. Su situación se ha convertido en un símbolo de los supuestos abusos cometidos contra migrantes en el marco de las políticas de deportación masiva impulsadas por el gobierno republicano, lo que ha llevado a numerosas organizaciones a alzar la voz en su defensa.
La saga de Abrego García continúa, y mientras enfrenta los procesos legales en su contra, su historia destaca el complejo y a menudo controvertido panorama de la migración en Estados Unidos.
