LOS ÁNGELES (EFE).— El 13 de septiembre de 2025, el activista conservador Charlie Kirk fue asesinado durante un debate universitario en la Universidad Utah Valley, un hecho que ha conmocionado a la comunidad política y social de Estados Unidos. Su esposa, Erika Kirk, en su primera aparición pública desde la tragedia, ha prometido continuar con el legado de su marido y lanzó una advertencia a los responsables de su muerte.
Un grito de guerra
En un emotivo discurso, Erika aseguró que quienes asesinaron a Charlie “no tienen idea del fuego que han encendido dentro de esta esposa” y advirtió que su llanto resonará “en todo el mundo como un grito de guerra”. Frente al escritorio donde su esposo realizaba sus transmisiones, ella expresó su dolor y su determinación, afirmando que “el movimiento que mi esposo construyó no morirá”.
Erika, con lágrimas en los ojos, recordó cómo su esposo “dio su vida por mí, por nuestra nación, por nuestros hijos”, y describió la magnitud de su pérdida, diciendo que nunca tendría las palabras adecuadas para expresar lo que siente en su corazón.
Agradecimientos y promesas
Durante su intervención, Erika también agradeció al vicepresidente J.D. Vance y al expresidente Donald Trump por su apoyo, especialmente en la búsqueda de justicia para su esposo. “Los malhechores responsables del asesinato de mi esposo no tienen idea de lo que han hecho”, subrayó, al tiempo que recordó el mensaje de patriotismo y fe que Charlie promovía.
Erika Kirk aseguró que la misión de su esposo “no terminará, ni por un instante” y destacó su habilidad excepcional para inspirar y reunir a las personas en torno a causas conservadoras. “Siempre encontraba a quienes podían con cualquier contratiempo”, añadió.
Los esposos Kirk, quienes se casaron en mayo de 2021 y tuvieron dos hijos, dedicaron su vida a liderar causas de activismo conservador-religioso en Arizona y más allá. La muerte de Charlie Kirk ha dejado una profunda herida en su familia y en el movimiento conservador, pero también ha encendido una llama de determinación en su esposa.
Queda por ver cómo se desarrollará esta situación y si la promesa de Erika de continuar el legado de su esposo se materializará en acciones concretas que impacten en el panorama político y social de Estados Unidos.